Se cuidaron normas legislativas para frenar objeciones: Morena
De las 4 de la tarde del martes, cuando arrancó la discusión, a las 10 de la mañana de ayer miércoles, 136 oradores de las seis bancadas marcaron las dos visiones de la justicia en el país y su aplicación. Mientras la oposición manifestó que el país va hacia una “dictadura”, Morena y sus aliados afirmaron que la razón les asiste e incluso que se trata de “una reforma innovadora, única en el mundo”.
En la madrugada, mientras el cansancio hacía estragos en la mayoría de los diputados, el priísta Noel Chávez exclamó: “¡Vengo de negro, porque hay funeral!”
Con los antecedentes de reformas que la Corte ha declarado inconstitucionales por fallas en el proceso parlamentario, esta vez Morena no se saltó ninguna etapa.
La oposición insistió en verificar el quorum, para corroborar que eran diputados todos quienes estaban en las sillas.
El coordinador de la mayoría, Ricardo Monreal, explicó que incluso hubo el cuidado de grabar a cada legislador que decía su nombre y el sentido de su votación. “Tenemos sus rostros uno por uno”, presumió.
Más allá del contenido y la forma, la sesión se extendió por el número de participaciones. Sólo la presentación de las posturas de cada uno de los seis partidos consumió hora y media. Otros 72 oradores intervinieron en las seis rondas en favor y en contra, en un proceso que se extendió hasta las 3:15 de la madrugada, debido a las interrupciones, llamados al orden y la insistencia de los diputados en hablar más tiempo del autorizado.
“¡Tiempo, tiempo!”, exigían desde el sillerío de la bancada guinda.
A esa hora finalmente comenzó a votarse el dictamen en lo general de manera nominal. Ante la falta de tablero electrónico, cada legislador debía expresar su nombre, partido y el sentido de su voto.
Como se anticipaba, la correlación de fuerzas confirmó una mayoría calificada de 359 votos en favor de Morena y sus aliados, y 135 en contra, de la oposición. Conocido el resultado que autorizó cambiar la Constitución, el panismo insistió en su grito: “¡resistencia, resistencia!” La respuesta vino desde el morenismo: “¡Es un honor, estar con Obrador!” y “¡presidenta, presidenta!”
El extenso y complejo trámite de las exposiciones en favor y en contra del dictamen ablandó a las bancadas, que negociaron reducir a 68 las mil 600 reservas registradas en lo particular. La discusión comenzó a las 4:30 de la tarde del martes. El pacto de la mayoría incluyó la aprobación de sólo tres.
Ninguna de las enmiendas aprobadas fue para simplificar –como había ofrecido Monreal– el formato de la boleta a utilizar en la elección extraordinaria de jueces, magistrados y ministros el próximo año.
Morena tampoco retomó propuestas que había anticipado Olga Sánchez Cordero, quien dijo que estaba hospitalizada por recomendación de su cardiólogo.
Finalmente los oradores en lo particular se redujeron a 58. El último en anotarse fue Monreal, para cerrar la discusión, mientras la oposición se retiraba en silencio.
Tras esta jornada, las bancadas se tomarán un asueto: la sesión del martes será sólo para iniciativas y el miércoles se discutirá la reforma para otorgar derechos plenos a los pueblos y comunidades indígenas. Y el festejo de la mayoría será el lunes, con una comida en los jardines de la Cámara.
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