martes, 29 de enero de 2019

Otro fraude más del PRI y del PAN

Ciudad de México.- El Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN) es el vínculo de coordinación del Gobierno de México para el desarrollo de infraestructura en los sectores de comunicaciones, transporte y apoya en la planeación, fomento, construcción, operación y transferencia de proyectos de infraestructura; o al menos para eso se suponía que era.
Los recursos de este fondo son obtenidos con el pago que realizamos en las casetas de todo el país y que tiene como finalidad financiar el mantenimiento de las carreteras y puentes federales.
Sin embargo, el dinero del FONADIN se maneja como un Fideicomiso totalmente opaco al cual ni siquiera la Auditoría Superior de la Federación (ASF) tiene acceso, las reglas de operación están hechas por ellos mismos sin el aval de ninguna institución financiera o de gobierno.
De acuerdo con una investigación llevada a cabo por Proceso, la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, habría utilizado el Fondo Nacional de Infraestructura como una bolsa de recursos alterna.
Por ejemplo, el FONADIN, aprobó entre 2013 y 2018, aportar más de 150 millones de pesos a los fondos de inversión Actur, Balam Fund I y BK Partners, esta última, dirigida por Allen Sanginés-Krause, amigo personal del Rey Juan Carlos, de España.
En lo que respecta a Balam Fund I, utilizó los recursos para la producción eléctrica a través de energía eólica en la granja “Eólica del Sur” en Oaxaca.
Actur, fue en alianza con BK Partners para el desarrollo de complejos turísticos de lujo en Nayarit y Jalisco, así como para la adquisición del complejo Mayakobá en la Riviera Maya. Cabe destacar que este último complejo (Mayakobá) era propiedad de la empresa española OHL.
BK Partners manejó la inversión en Actur a través de la empresa Rasa Land Investors PLC, una empresa con sede en Malta, un paraíso fiscal e investigada por el caso de los Paradise Papers.
El Fonadín llegó a aportar 350 millones de pesos al Fondo de Infraestructura Institucional, creado en su momento por Jerónimo Marcos Gerard Rivero, nieto del también expresidente priista, Carlos Salinas de Gortari, y que fuese adquirido por la estadounidense BlackRock en octubre de 2015.
El Fondo de Infraestructura Institucional participó en la construcción del HRAE Zumpango, uno de los varios hospitales ‘fantasma’ de alta especialidad, y la carretera Toluca-Naucalpan donde ambas construcciones, están directamente relacionadas con Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de la infame empresa Grupo Higa y uno de los contratistas más beneficiado en el sexenio de Peña Nieto.
Este tuvo a su cargo la construcción de la autopista Toluca-Naucalpan y recibió por parte de Banobras un crédito por más de 2 mil millones de pesos, donde también participo el FONADIN.
La ASF intentó en su momento, investigar lo qué pasaba con el FONADIN y se topó con opacidad y arbitrariedad, así mismo se encontró con que el ejercicio de los recursos, es definido por el Comité Técnico del Fideicomiso, pero como se mencionó anteriormente este no se encuentra regulado por ninguna normativa.
Lo cierto es que el FONADIN terminó absorbiendo el costo de decenas de proyectos y  ahora se encuentra sumamente endeudado y con varios de los proyectos inconclusos, cancelados o envueltos en escándalos de corrupción.

Norteste



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