Héctor Yunes Landa
La Declaración Patrimonial Pública de Enrique Peña Nieto.
La Declaración Patrimonial Pública de Enrique Peña Nieto.
La semana pasada fue estudiado a profundidad el ejercicio de declaración patrimonial realizado por el Presidente Enrique Peña Nieto el 16 de enero de 2012. Algunos analistas políticos mencionan que es un ejercicio loable que incentiva a la confianza en los gobernantes; otros han criticado fuertemente aspectos como la decisión de no dar a conocer los montos de cada una de las propiedades especificadas en la referida declaración patrimonial. La declaración patrimonial había sido hasta ahora un ejercicio incompleto de transparencia de los servidores públicos, derivado de la no publicidad para hacerla del conocimiento de la sociedad; hoy el ejecutivo reescribe la forma de ejercer esta obligación de tal suerte que la sociedad conozca con cuanto llegan y con cuanto se van los servidores públicos.
La crítica que hoy hacen los analistas políticos y la sociedad en general, es justamente el sentido que persigue el Presidente: que los ciudadanos puedan conocer, opinar e informarse, sobre las propiedades y recursos con los que cuentan las principales personas que ostentan cargos públicos, como el Ejecutivo Federal y los secretarios del gabinete. Hay en general un afán de darle nuevos significados a la política para que la sociedad fortalezca su confianza y coadyuve con sus gobernantes para que la política recobre su sentido original.
Hay quienes opinan que la declaración hecha por los altos mandos del Ejecutivo Federal es insuficiente por no precisar los montos en las adquisiciones de los bienes, sin embargo, se otorga el número preciso con el cual se encuentran inscritas en el registro público de la propiedad. En las actas que se encuentran en el registro puede consultarse todo lo relativo a la propiedad, por supuesto los montos, fechas de adquisición, así como los dueños anteriores de la referida propiedad. Respecto de los bienes muebles, no aporta suficiente beneficio proporcionar los montos y en cambio si supone un riesgo para los servidores públicos, puesto que hablamos de obras de artes de joyas, de muebles y menaje los cuales suelen ser recuerdos de familia heredados, mismos que al dar a conocer sus montos específicos pueden ser objeto de atentados o intentos de sustracción por la delincuencia organizada.
Desde luego la intención del Presidente con su declaración patrimonial es la de fortalecer la transparencia del gobierno y sus representantes, así como sentar las bases para que todos los demás funcionarios realicen lo procedente. En el fondo el Ejecutivo quiere fortalecer la democracia y generar mayor confianza en la sociedad mexicana.
Podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío de acuerdo a nuestra forma de ser, si somos pesimistas pensaremos que ha valido poco esta publicidad de la declaración patrimonial; por el contrario si somos objetivos pensaremos que hemos dado un paso importante en nuestra democracia sentando un precedente bueno para la sociedad y para la relación democrática y sana entre ciudadanos y gobernantes. Lo cierto es que hasta ahora no es obligatoria la publicidad de la declaración patrimonial y el Presidente ha puesto el ejemplo y tomó una decisión acertada al publicitar su estado patrimonial.
Todo lo que incentive la transparencia del gobierno y sus servidores públicos en lo particular siempre será bueno para la vida democrática del país. Yo estoy convencido que el camino hacia la confianza de los ciudadanos es transparentar todos los actos de gobierno y mientras más cerca estemos de una transparencia casi en tiempo real más cerca estaremos de nuestros ciudadanos a los cuales debemos nuestro actuar mientras estamos en el digno cargo desde el cual buscamos el beneficio de nuestra sociedad.
Esta es la mejor manera de recuperar la deteriorada confianza de los ciudadanos en el poder público y más aún, de propiciar una mayor participación y una mayor corresponsabilidad de la sociedad en los asuntos públicos. De este modo, nuestra nación daría un paso enorme en la solución de los graves problemas que hoy enfrentamos, pues al saber que sus gobernantes actúan con transparencia y honestidad, los ciudadanos estarán siempre más dispuestos tanto a contribuir con sus impuestos como a participar en las complejas tareas de gobierno.
Enhorabuena por esta iniciativa de nuestro Primer Mandatario y de su gobierno.
hector.yunes@senado.gob.mx
tw: @HectorYunes
La crítica que hoy hacen los analistas políticos y la sociedad en general, es justamente el sentido que persigue el Presidente: que los ciudadanos puedan conocer, opinar e informarse, sobre las propiedades y recursos con los que cuentan las principales personas que ostentan cargos públicos, como el Ejecutivo Federal y los secretarios del gabinete. Hay en general un afán de darle nuevos significados a la política para que la sociedad fortalezca su confianza y coadyuve con sus gobernantes para que la política recobre su sentido original.
Hay quienes opinan que la declaración hecha por los altos mandos del Ejecutivo Federal es insuficiente por no precisar los montos en las adquisiciones de los bienes, sin embargo, se otorga el número preciso con el cual se encuentran inscritas en el registro público de la propiedad. En las actas que se encuentran en el registro puede consultarse todo lo relativo a la propiedad, por supuesto los montos, fechas de adquisición, así como los dueños anteriores de la referida propiedad. Respecto de los bienes muebles, no aporta suficiente beneficio proporcionar los montos y en cambio si supone un riesgo para los servidores públicos, puesto que hablamos de obras de artes de joyas, de muebles y menaje los cuales suelen ser recuerdos de familia heredados, mismos que al dar a conocer sus montos específicos pueden ser objeto de atentados o intentos de sustracción por la delincuencia organizada.
Desde luego la intención del Presidente con su declaración patrimonial es la de fortalecer la transparencia del gobierno y sus representantes, así como sentar las bases para que todos los demás funcionarios realicen lo procedente. En el fondo el Ejecutivo quiere fortalecer la democracia y generar mayor confianza en la sociedad mexicana.
Podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío de acuerdo a nuestra forma de ser, si somos pesimistas pensaremos que ha valido poco esta publicidad de la declaración patrimonial; por el contrario si somos objetivos pensaremos que hemos dado un paso importante en nuestra democracia sentando un precedente bueno para la sociedad y para la relación democrática y sana entre ciudadanos y gobernantes. Lo cierto es que hasta ahora no es obligatoria la publicidad de la declaración patrimonial y el Presidente ha puesto el ejemplo y tomó una decisión acertada al publicitar su estado patrimonial.
Todo lo que incentive la transparencia del gobierno y sus servidores públicos en lo particular siempre será bueno para la vida democrática del país. Yo estoy convencido que el camino hacia la confianza de los ciudadanos es transparentar todos los actos de gobierno y mientras más cerca estemos de una transparencia casi en tiempo real más cerca estaremos de nuestros ciudadanos a los cuales debemos nuestro actuar mientras estamos en el digno cargo desde el cual buscamos el beneficio de nuestra sociedad.
Esta es la mejor manera de recuperar la deteriorada confianza de los ciudadanos en el poder público y más aún, de propiciar una mayor participación y una mayor corresponsabilidad de la sociedad en los asuntos públicos. De este modo, nuestra nación daría un paso enorme en la solución de los graves problemas que hoy enfrentamos, pues al saber que sus gobernantes actúan con transparencia y honestidad, los ciudadanos estarán siempre más dispuestos tanto a contribuir con sus impuestos como a participar en las complejas tareas de gobierno.
Enhorabuena por esta iniciativa de nuestro Primer Mandatario y de su gobierno.
hector.yunes@senado.gob.mx
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