Chimalhuacán, México.- Las calles de Chimalhuacán se tornaron de múltiples colores, bailes, sonrisas y alegrías, con motivo de la celebración del 111 Carnaval sin Fronteras, enmarcado con un magno desfile, en el cual participaron charros y charras; carros alegóricos y diferentes personajes animados.
En punto de la 08:00 horas, alrededor de 3 mil danzantes se citaron en la Plaza de San Agustín, ubicada en uno de los barrios más emblemáticos del municipio de Chimalhuacán, para después dirigirse a la Cabecera Municipal.
Con paso acelerado, entusiastas, las comparsas recorrieron los siete barrios antiguos de Chimalhuacán: San Lorenzo, Xochiaca, San Juan Xochitenco, San Pablo, San Pedro, San Agustín y Cabecera Municipal, en un circuito aproximado de siete kilómetros.
Con la participación de 60 comparsas, 24 andancias y 14 carros alegóricos, poco más de 3 mil danzantes, al ritmo de virginias, cuadrillas y pasos dobles, deleitaron a más de 10 mil asistentes, quienes, a lo largo de su recorrido, los recibieron con aplausos, chiflidos, gritos y piropos, correspondidos por los bailarines con sus múltiples bailes, gritos festivos y dulces, arrojados por los pequeños danzantes.
Las calles se atiborraron de gente que, alegre e impaciente, desde balcones, banquetas y azoteas, esperaba el momento en el que los carnavaleros los cautivaran con su tradicional baile, que en el municipio de Chimalhuacán es una tradición ancestral que durante más de 100 años ha sido transmitida de generación en generación.
Con ojos cansados y expectantes, Jesús González Andrade, vecino del Barrio San Agustín, aguardó con ansia el inicio del tradicional desfile del Carnaval sin Fronteras de Chimalhuacán. Sentado en un huacal de plástico, sobre la avenida Miguel Hidalgo, recordó que durante 49 años participó en la comparsa Los Danceros, de la cual es fundador. Ya no baila, pues su condición física se lo impide, sin embargo, comentó, disfruta de la magia que envuelve a esta fiesta municipal.
“El carnaval es lo más grande que puede existir en Chimalhuacán. Esta fiesta exige la participación y organización de todas las comparsas. La fiesta desborda el ánimo de los chimalhuacanos”, puntualizó.
Aunque los festejos iniciaron desde el 27 de enero, la caravana marca el banderazo oficial de la celebración tradicional. Al respecto, la directora municipal de Cultura, Micaela Barbosa Ramírez, explicó que el gobierno del Nuevo Chimalhuacán brinda apoyos económicos a las comparsas con el propósito de preservar la tradición del carnaval que dota de identidad al municipio: “es una tradición que nos llena de orgullo”.
Asimismo, informó que este año, el ayuntamiento del Nuevo Chimalhuacán destinó más de un millón de pesos para apoyar a las comparsas y andancias.
Con una duración de cinco horas, el presidente municipal, Telésforo García Carreón, recibió a los danzantes que, animados por el recibimiento del público y de las autoridades municipales, lucieron sus mejores pasos para beneplácito de quienes esperaban pacientes desde la mañana.
La fiesta que identifica a Chimalhuacán inició el 27 de enero y concluirá el 23 de marzo, por lo que las autoridades municipales hacen una atenta invitación al público para que sea partícipe de la tradición que contagia y enamora a propios y extraños.
En punto de la 08:00 horas, alrededor de 3 mil danzantes se citaron en la Plaza de San Agustín, ubicada en uno de los barrios más emblemáticos del municipio de Chimalhuacán, para después dirigirse a la Cabecera Municipal.
Con paso acelerado, entusiastas, las comparsas recorrieron los siete barrios antiguos de Chimalhuacán: San Lorenzo, Xochiaca, San Juan Xochitenco, San Pablo, San Pedro, San Agustín y Cabecera Municipal, en un circuito aproximado de siete kilómetros.
Con la participación de 60 comparsas, 24 andancias y 14 carros alegóricos, poco más de 3 mil danzantes, al ritmo de virginias, cuadrillas y pasos dobles, deleitaron a más de 10 mil asistentes, quienes, a lo largo de su recorrido, los recibieron con aplausos, chiflidos, gritos y piropos, correspondidos por los bailarines con sus múltiples bailes, gritos festivos y dulces, arrojados por los pequeños danzantes.
Las calles se atiborraron de gente que, alegre e impaciente, desde balcones, banquetas y azoteas, esperaba el momento en el que los carnavaleros los cautivaran con su tradicional baile, que en el municipio de Chimalhuacán es una tradición ancestral que durante más de 100 años ha sido transmitida de generación en generación.
Con ojos cansados y expectantes, Jesús González Andrade, vecino del Barrio San Agustín, aguardó con ansia el inicio del tradicional desfile del Carnaval sin Fronteras de Chimalhuacán. Sentado en un huacal de plástico, sobre la avenida Miguel Hidalgo, recordó que durante 49 años participó en la comparsa Los Danceros, de la cual es fundador. Ya no baila, pues su condición física se lo impide, sin embargo, comentó, disfruta de la magia que envuelve a esta fiesta municipal.
“El carnaval es lo más grande que puede existir en Chimalhuacán. Esta fiesta exige la participación y organización de todas las comparsas. La fiesta desborda el ánimo de los chimalhuacanos”, puntualizó.
Aunque los festejos iniciaron desde el 27 de enero, la caravana marca el banderazo oficial de la celebración tradicional. Al respecto, la directora municipal de Cultura, Micaela Barbosa Ramírez, explicó que el gobierno del Nuevo Chimalhuacán brinda apoyos económicos a las comparsas con el propósito de preservar la tradición del carnaval que dota de identidad al municipio: “es una tradición que nos llena de orgullo”.
Asimismo, informó que este año, el ayuntamiento del Nuevo Chimalhuacán destinó más de un millón de pesos para apoyar a las comparsas y andancias.
Con una duración de cinco horas, el presidente municipal, Telésforo García Carreón, recibió a los danzantes que, animados por el recibimiento del público y de las autoridades municipales, lucieron sus mejores pasos para beneplácito de quienes esperaban pacientes desde la mañana.
La fiesta que identifica a Chimalhuacán inició el 27 de enero y concluirá el 23 de marzo, por lo que las autoridades municipales hacen una atenta invitación al público para que sea partícipe de la tradición que contagia y enamora a propios y extraños.
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