Ciudad de México.- Los términos del acuerdo de intercambio de México con Canadá dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) quedan a salvo y no se alteran por la decisión de negociar con ese país como parte del bloque de la Alianza del Pacífico, expuso el presidente Enrique Peña Nieto.
La precisión del mandatario se dio tras el anuncio del inicio de negociaciones comerciales de dicha alianza como bloque regional –Colombia, México, Chile y Perú– con Australia, Nueva Zelanda, Singapur y Canadá, a partir de septiembre próximo.
Equiparó lo anterior con ejercicios similares realizados por otros bloques de naciones, como la Unión Europea. El potencial de mercado, de alcanzarse el acuerdo comercial, pasaría de 221 millones, sólo con los habitantes de la alianza, a 300 millones al incluirse a la población de los cuatro estados asociados, como se les denominó.
Respecto del posible conflicto de México con Canadá, ambos ya socios en el TLCAN, Allan Culham, encargado de negocios de la embajada de ese país en Colombia, señaló que este acuerdo se ha modificado 11 veces desde 1993 y ha traído grandes beneficios para los tres socios, pero necesita ser actualizado. El vigente no contiene, por ejemplo, una cláusula de comercio electrónico.
Estamos muy comprometidos con las negociaciones que van a comenzar en agosto y en llevar adelante este proceso, apuntó.
Ambición de integración
En el vuelo de regreso a México, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, dijo que países como los que integran la Alianza del Pacífico no pueden quedarse congelados mientras se define el futuro del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (ATP), luego del anuncio de Donald Trump, al inicio de su gestión, de salirse de ese mecanismo.
Aunque se podrían integrar como asociados a la alianza de países asiáticos, sean o no del ATP, lo que queremos garantizar son los altos estándares que tenía ya éste “en disciplinas y en ambición de integración comercial’’, y aquellas naciones dispuestas a cumplir con esas altas disciplinas, dijo, serán bienvenidas .
Habrá, informó también, una próxima reunión de jefes negociadores del ATP, en julio, en Tokio. Por ahora, bloques como la alianza “el mensaje que estamos mandando es que no nos vamos a quedar parados porque el ATP está en un impasse”.
En el tema México-Canadá, señaló que la precisión hecha por el presidente Peña es técnicamente aclaratorio (de) que simplemente los acuerdos existentes no tienen injerencia sobre esto que estamos negociando en una visión integral.
Así, tras su 12 cumbre, la alianza ratificó que frente a las voces que cuestionan los beneficios del libre comercio y la política de libre movilidad de las personas, ésta se ha mantenido firme en sus principios, y con mecanismos flexibles y pragmáticos ha logrado avances concretos. La integración no es una simple aspiración, sino un proyecto que empieza a ser realidad en esta región latinoamericana, dijo Peña Nieto.
En la Declaración de Cali, reseñada además por el presidente Santos, se definieron como mandatos institucionales, entre otros, fortalecer la cooperación aduanera para combatir el comercio ilícito.
Además, se firmó una convención para evitar doble tributación a los fondos de pensiones de la alianza. Entre los cuatro países disponen en aquel de 450 mil millones de dólares, y queremos sea disponible para las inversiones que requieren, dijo.
Hubo compromiso, además, para avanzar en un fondo común para infraestructura, facilitación de comercio y regulación aduanera, donde hay mucho todavía por avanzar.
La precisión del mandatario se dio tras el anuncio del inicio de negociaciones comerciales de dicha alianza como bloque regional –Colombia, México, Chile y Perú– con Australia, Nueva Zelanda, Singapur y Canadá, a partir de septiembre próximo.
Equiparó lo anterior con ejercicios similares realizados por otros bloques de naciones, como la Unión Europea. El potencial de mercado, de alcanzarse el acuerdo comercial, pasaría de 221 millones, sólo con los habitantes de la alianza, a 300 millones al incluirse a la población de los cuatro estados asociados, como se les denominó.
Respecto del posible conflicto de México con Canadá, ambos ya socios en el TLCAN, Allan Culham, encargado de negocios de la embajada de ese país en Colombia, señaló que este acuerdo se ha modificado 11 veces desde 1993 y ha traído grandes beneficios para los tres socios, pero necesita ser actualizado. El vigente no contiene, por ejemplo, una cláusula de comercio electrónico.
Estamos muy comprometidos con las negociaciones que van a comenzar en agosto y en llevar adelante este proceso, apuntó.
Ambición de integración
En el vuelo de regreso a México, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, dijo que países como los que integran la Alianza del Pacífico no pueden quedarse congelados mientras se define el futuro del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (ATP), luego del anuncio de Donald Trump, al inicio de su gestión, de salirse de ese mecanismo.
Aunque se podrían integrar como asociados a la alianza de países asiáticos, sean o no del ATP, lo que queremos garantizar son los altos estándares que tenía ya éste “en disciplinas y en ambición de integración comercial’’, y aquellas naciones dispuestas a cumplir con esas altas disciplinas, dijo, serán bienvenidas .
Habrá, informó también, una próxima reunión de jefes negociadores del ATP, en julio, en Tokio. Por ahora, bloques como la alianza “el mensaje que estamos mandando es que no nos vamos a quedar parados porque el ATP está en un impasse”.
En el tema México-Canadá, señaló que la precisión hecha por el presidente Peña es técnicamente aclaratorio (de) que simplemente los acuerdos existentes no tienen injerencia sobre esto que estamos negociando en una visión integral.
Así, tras su 12 cumbre, la alianza ratificó que frente a las voces que cuestionan los beneficios del libre comercio y la política de libre movilidad de las personas, ésta se ha mantenido firme en sus principios, y con mecanismos flexibles y pragmáticos ha logrado avances concretos. La integración no es una simple aspiración, sino un proyecto que empieza a ser realidad en esta región latinoamericana, dijo Peña Nieto.
En la Declaración de Cali, reseñada además por el presidente Santos, se definieron como mandatos institucionales, entre otros, fortalecer la cooperación aduanera para combatir el comercio ilícito.
Además, se firmó una convención para evitar doble tributación a los fondos de pensiones de la alianza. Entre los cuatro países disponen en aquel de 450 mil millones de dólares, y queremos sea disponible para las inversiones que requieren, dijo.
Hubo compromiso, además, para avanzar en un fondo común para infraestructura, facilitación de comercio y regulación aduanera, donde hay mucho todavía por avanzar.
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