Edomex.- Un nuevo motín se registró en el dormitorio número 11 del Centro de Prevención y Readaptación Social "Santiaguito", de Almoloya de Juárez, en protesta porque el pasado domingo las autoridades penitenciarias obligaron a quienes acudieron a la visita familiar a tirar todos los alimentos que llevaban para los presos, además los hicieron despojarse de los zapatos y entrar descalzos a la penitenciaría.
Las mujeres albergadas en el dormitorio número 11 de la penitenciaría, dedicado a sentenciadas por el delito de secuestro, retuvieron a custodias y se hicieron del control de los accesos, además de que comenzaron a quemar papeles y algunos colchones para expresar su molestia por las medidas adoptadas por la nueva responsable de la Seguridad al interior de las áreas femeniles.
"No permitieron pasar ningún alimento, obligaron a nuestros familiares a echarlos a unos botes de basura, dizque porque es una nueva medida de seguridad ordenada por la Licenciada, que es la nueva Jefa de Seguridad, y ella dice que ahora es la que manda en la cárcel", comentó una de las internas del dormitorio número 11, quien solo se identificó como "Rosa", por temor a mayores represalias.
Solicitó la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México para que investigue lo ocurrido en el penal el domingo anterior, pues aseguró que hacer entrar a sus familiares descalzos es una flagrante violación al respeto que se les debe tener.
"Ella cree que en los zapatos nuestros familiares traen algo malo, pues entonces que les den sandalias y no que los hagan caminar cientos de metros hasta el área de visita y así permanecer más de dos horas, descalzos, como si fueran mendigos", dijo además.
Comentó que desde la llegada de la nueva Jefa de Seguridad se han adoptado otras medidas restrictivas, como es que cada interna solamente tenga dos mudas de ropa interior y exterior. "Una nos la ponemos y la otra la tenemos que lavar, y nadie puede tener ropa que no sea del uniforme, ni una chamarra o una sudadera, aunque nos estemos muriendo de frío", dijo.
También relató que, por órdenes de la nueva Jefa de Seguridad, se catearon nuevamente todas las celdas y se les despojó hasta de abrelatas y también se llevaron las cobijas extras que algunas tenían, las cuales les habían llevado sus familiares cuando las visitaron.
Señaló que las internas consideran que las nuevas disposiciones violan sus derechos humanos y externaron que, de no corregirse la situación, volverán a amotinarse y esta ocasión no liberarán al personal de custodia, aunque tengan que enfrentarse con los policías estatales que ingresaron a la penitenciaría a controlar la situación.
"Esta vez fue solamente una manifestación de protesta, no queríamos hacer daño a nadie, pero si no nos respetan como seres humanos, también sabemos defendernos y vamos a hacerlo, advirtió.
Las mujeres albergadas en el dormitorio número 11 de la penitenciaría, dedicado a sentenciadas por el delito de secuestro, retuvieron a custodias y se hicieron del control de los accesos, además de que comenzaron a quemar papeles y algunos colchones para expresar su molestia por las medidas adoptadas por la nueva responsable de la Seguridad al interior de las áreas femeniles.
"No permitieron pasar ningún alimento, obligaron a nuestros familiares a echarlos a unos botes de basura, dizque porque es una nueva medida de seguridad ordenada por la Licenciada, que es la nueva Jefa de Seguridad, y ella dice que ahora es la que manda en la cárcel", comentó una de las internas del dormitorio número 11, quien solo se identificó como "Rosa", por temor a mayores represalias.
Solicitó la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México para que investigue lo ocurrido en el penal el domingo anterior, pues aseguró que hacer entrar a sus familiares descalzos es una flagrante violación al respeto que se les debe tener.
"Ella cree que en los zapatos nuestros familiares traen algo malo, pues entonces que les den sandalias y no que los hagan caminar cientos de metros hasta el área de visita y así permanecer más de dos horas, descalzos, como si fueran mendigos", dijo además.
Comentó que desde la llegada de la nueva Jefa de Seguridad se han adoptado otras medidas restrictivas, como es que cada interna solamente tenga dos mudas de ropa interior y exterior. "Una nos la ponemos y la otra la tenemos que lavar, y nadie puede tener ropa que no sea del uniforme, ni una chamarra o una sudadera, aunque nos estemos muriendo de frío", dijo.
También relató que, por órdenes de la nueva Jefa de Seguridad, se catearon nuevamente todas las celdas y se les despojó hasta de abrelatas y también se llevaron las cobijas extras que algunas tenían, las cuales les habían llevado sus familiares cuando las visitaron.
Señaló que las internas consideran que las nuevas disposiciones violan sus derechos humanos y externaron que, de no corregirse la situación, volverán a amotinarse y esta ocasión no liberarán al personal de custodia, aunque tengan que enfrentarse con los policías estatales que ingresaron a la penitenciaría a controlar la situación.
"Esta vez fue solamente una manifestación de protesta, no queríamos hacer daño a nadie, pero si no nos respetan como seres humanos, también sabemos defendernos y vamos a hacerlo, advirtió.
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