Por: Ángel Bravo Martínez
Rosendo Pelayo; con la soga al cuello
Si realmente pretendió ponerse bajo el escrutinio de la sociedad en su conjunto y al mismo tiempo se colocó la soga al cuello para ahorcarse política y administrativamente ante su pueblo, habría que reconocerle los tamaños ante fenomenal odisea en tiempos turbulentos.
“Los más de 10 mil asistentes a la fiesta que me mostraron su apoyo, cariño, afecto y respaldo no me los quita nadie” alardeó el protagonista de ésta historia.
A una fiesta todo mundo va y más si te invitan cordialmente y mucho más si se trata de algún actor político en activo como es su caso.
Y más, pero más y muchísimo más si se trata de la primera “autoridad” de tu pueblo, pues como suele decirse en estos tiempos “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
El hombre lleva más de un año y nueves meses sosteniendo el timón del barco administrativo, tiempos de desgastes políticos, administrativos y financieros, tiempos de críticas y señalamientos, de fortalezas y debilitamientos, de análisis y reflexión, de un “yo soy y aquí estoy; yo quiero, yo puedo”. ¡¡Tás muy cabrón!!.
Acostumbrado a estar en medio de la tormenta y en el ojo del huracán, el hombre también ha capoteado sus desafíos políticos y enfrentado con entereza los retos propios; que aun raspado y medio se ha salido con la suya, claro ejemplo la imposición que hizo de su hijo putativo Juan Carlos Perrtin, en la suplencia de la diputación federal, aún y cuando sabía perfectamente el costo de la “estrategia” y que a la postre habrá de pagar muy cara esa factura al propietario de la estafeta.
Y es que, mire usted, tras la mega “madriza” política y administrativa, asestada en forma por demás viral en las redes sociales del Facebook y Twitter con acres comentarios para él, y, aunado a los “desplegados” en primera plana de varios medios impreso y digitales a nivel estatal y Nacional, haciendo alusión al derroche de recursos para celebrar sus 47 años, en un municipio donde existen innumerables cinturones de miseria y pobreza extrema y que está enlistada en la Cruzada Nacional contra el Hambre, Manuel Rosendo Pelayo, alcalde de San Andrés Tuxtla, salió al paso en medio de la tormenta y pretendió darse baños de pureza ante una cuarentena de representantes de los diversos medios masivos de comunicación, a lo mejor pretendiendo defender lo indefendible.
En su propia casa y de entrada, dijo ser respetuoso de las críticas vertidas en los diversos medios masivos de comunicación y que nunca jamás ha vertido amenaza alguna a algún reportero, precisando que ha sido respetuoso y tolerante ante los señalamientos realizados por los medios durante su administración.
“No le robe a nadie, no repartí dinero ni despensas, no me sorprendieron con tarjetas de Sedesol ni nada por el estilo, la gente que acudió a la fiesta lo hizo con sus muestras de afecto y cariño tal y como ha ocurrido en los últimos 15 años, a mí me queda claro que se trata de un golpeteo político en los medios por parte de detractores políticos plenamente identificados, ya no tan solo en la aldea si no que ahora es a nivel estatal y nacional”.
¿Estará viendo moros con tranchetes el Edil?
¿De sus detractores o enemigos políticos quién tiene los recursos económicos suficientes para pagar desplegados de esa magnitud?
Rosendo Pelayo, no lo dijo a sus “amigos” de los medios, pero capoteando la tormenta dejó entrever que el pasado sábado, una vez más y a temprana hora de su administración y de su “poder” municipal, le tentó el agua a los camotes y al mismo tiempo mostró el músculo político y lanzó la advertencia a los grupos políticos extraños al municipio, que es la cabecera distrital electoral, “el poder aquí soy yo y quien quiera azul celeste que le cueste”. Te digo,¡ t ´as muy cabrón mi Chendo!.
La felpa en las redes sociales de cómo celebró su cumpleaños número 47 en el campo Aurelio Ballados, no se los quita ni Dios Padre, y; sin lugar a dudas que le recargó de ego y vanidad, no por nada alardeó que estuvieron 10 mil invitados, las pruebas irrefutables se aprecian en dos hashtag o etiquetas en Twitter #la culpa es de Chendo y #los amigos de Chendo en las que se muestra el “apoyo, respaldo y cariñó de su pueblo”. “Eso no me lo quita nadie”. Evidenció.
Y vivillo desde chiquillo, Manuel Rosendo Pelayo, el sábado también de refilón reconoció el respaldo de quienes han contribuido no solo con su formación personal sino con su trayectoria política.
Y en una acción que antes ningún alcalde, diputado local o federal o servidor público de todo Veracruz, hizo mención especial para el gobernador Javier Duarte de Ochoa, a quien agradeció el apoyo y el respaldo en el progreso y bienestar de los sanandrescanos y dijo que es un hombre con gran sensibilidad política y comprometido con el progreso de Veracruz.
“Hoy en circunstancias difíciles, de desconfianza y en las que intereses obscuros pretenden afectar a Veracruz, los sanandrescanos y su alcalde expresamos, valoramos y reconocemos que gracias al gran sentido humanista de Javier Duarte, estamos progresando y avanzando en muchos aspectos del municipio y en beneficio de todos sus habitantes, San Andrés Tuxtla, tiene a un gran aliado de sus causas y por eso avanzamos hacia el progreso”. (¿¿…??)
Éste mensaje sin lugar a dudas que causo escozor en medio de la turbulencia gubernamental y dio pie a los marrazos de conciencia para corregir el rumbo administrativo, tanto para Rosendo Pelayo como para Javier Duarte, indudablemente que ahora ya son tiempos de análisis y reflexión, de madurez, prudencia y sensatez; no vaya ser que lo obtenido se les escape de la mano como el agua, los tiempos políticos por venir requieren de unidad y eso nuestro personaje lo sabe muy bien y más aún si realmente quiere formar parte de las grandes ligas a la que está acostumbrada la clase política encumbrada.
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