Ciudad de México.- La investigación sobre los conflictos de interés que realizó Virgilio Andrade Martínez, titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), “pudo haber terminado, pero las preocupaciones sobre el "amiguismo" en los más altos niveles del gobierno de México es probable que continúen”, publica Bloomberg con respecto a la exoneración del Presidente Enrique Peña Nieto, su esposa Angélica Rivera y el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray por la compra de propiedades a contratistas de gobierno.
El medio especializado en finanzas y negocios refiere que la exoneración del Presidente Peña Nieto del presunto conflicto de interés “debería haber sido una buena noticia. Sin embargo, debido a que la investigación fue dirigida por un auditor que nombró Peña Nieto, y que depende de él, se hizo poco para acallar a los críticos y a su preocupación por el favoritismo de su administración a socios comerciales”.
Para The New York Times “la conclusión de la investigación levanta [quita] cualquier nube legal sobre el señor Peña Nieto y Videgaray, pero es poco probable que levante la sombra que se cernía sobre la administración desde que los tratos fueron revelados el pasado noviembre”.
“Peña Nieto también ha sido criticado por el manejo de su gobierno sobre las bandas de narcotraficantes, la fuga de un gran capo de la droga de la cárcel [Joaquín "El Chapo" Guzmán] y una economía en crisis. Sus índices de aprobación se encuentran entre los más bajos de cualquier presidente reciente”, refiere el diario neoyorkino.
También el influyente medio estadounidense McClatchy DC ve muchas dudas en la absolución sobre tráfico de influencias del Presidente Peña Nieto, de su esposa y de su Secretario de Hacienda.
“Las preguntas sobre la compra de la casa [blanca] han perseguido a Peña Nieto y suscitado dudas no deseadas sobre su presidencia, poniendo de relieve el estilo de vida de lujo de la Primera Dama Angélica Rivera y el amiguismo que sigue afectando al gobierno de México a pesar de los promesas del Presidente mexicano de frenar esta situación”.
Esta mañana, en entrevista para Radio Fórmula, Virgilio Andrade dijo que él hizo lo que le correspondía en la investigación sobre conflictos de interés del Presidente, su esposa y el Secretario de Hacienda. ”Era lo que me correspondía; está documentado y puesto a la luz pública”, dijo el funcionario federal a pregunta expresa del periodista Ciro Gómez Leyva.
“Seguimos viviendo en la cultura o subcultura de la desconfianza, esto obviamente tiene antecedentes, y al única forma de coadyuvar a tratar de que esto termine es actuando conforme a las leyes en primer lugar, eso le corresponde a la autoridad, y desde luego, seguir mejorando las prácticas y los marcos normativos”, dijo Andrade Martínez.
Virgilio Andrade resolvió el viernes de la semana que el Presidente Enrique Peña Nieto, su esposa y el Secretario de Hacienda no incurrieron en conflictos de interés por adquirir propiedades a las empresas de Grupo Higa y de la familia San Román que, dijo, tienen 33 contratos con el Gobierno federal que representan el 0.017 por ciento de los otorgados por la presente administración.
Dijo que ni el Presidente Enrique Peña Nieto, ni el Secretario de Hacienda Luis Videgaray intervinieron en los procesos de contratación. Dijo que se demostró que Peña Nieto, Angélica Rivera y Videgaray Caso adquirieron los inmuebles de Sierra Gorda, en las Lomas, de Ixtapan y Malinalco antes de ser funcionarios.
Ese mismo día, Enrique Peña Nieto dijo que la investigación demostraba que “la conducta tanto de mi esposa [Angélica Rivera] y la mía estuvieron plenamente apegadas a Ley, sin embargo estoy consciente y reconozco que estos acontecimientos dieron lugar a interpretaciones que lastimaron e incluso indignaron a muchos mexicanos. A todos ellos les ofrezco una sincera disculpa”.
Al respecto, The New York Times destaca las declaraciones del Presidente como su mayor reconocimiento directo del escándalo le ha costado su credibilidad”. El diario estadounidense recuerda que Enrique Peña Nieto “asumió el poder retratarse a sí mismo como la cara moderna del Partido Revolucionario Institucional, que gobernó durante siete décadas a través de una mezcla de corrupción, coerción y favores hasta que perdió el poder en 2000″.
La corrupción, junto con la seguridad pública y la falta de trabajo, son las principales preocupaciones de los ciudadanos mexicanos, dice McClatchy DC basado en encuestas.
El medio de Washington recuerda que México está en el número 103 entre 175 naciones, en la lista más reciente difundida por Transparencia Internacional, una coalición mundial que mide la percepción pública de la corrupción.
El diario estadounidense hace eco del escándalo sobre la mansión conocida como la “casa blanca” en el ostentoso barrio Lomas de Chapultepec de la Ciudad de México y de las dudas que existen sobre que Rivera compró la residencia con iluminación personalizada brillante y grandes áreas de entretenimiento, supuestamente con las ganancias de su carrera como estrella de telenovelas de la televisión.
Andrade dijo que los registros bancarios demuestran que Rivera pagó 54 millones de pesos (unos 4.2 millones de dólares al tipo de cambio entonces vigente) a la filial de la contratista de Grupo Higa, el 12 de enero de 2012, bajo un contrato de ocho años, con un interés anual del 9 por ciento.
Andrade dijo Grupo Higa y sus subsidiarias tienen actualmente 22 contratos del gobierno con un valor de 1.38 mil millones de pesos, o alrededor de 82 millones de dólares al tipo de cambio actual.
Los investigadores de la SFP dijeron haber probado que no existió ninguna presión indebida para sesgar premios de licitación, dijo Andrade. Además, minimizó el valor de las ofertas concedidas a las empresas, diciendo que ascendieron a sólo el 0.017 por ciento de todas las ofertas gubernamentales otorgadas a empresas privadas, una vez que Peña Nieto asumió el cargo de mandatario nacional.
Preguntado por su amistad personal de largo tiempo con Videgaray, que data de sus días universitarios, Andrade dijo que la investigación se llevó a cabo “independiente de las situaciones personales”. Pero hay un asunto que no cuadra, dice McClatchy: “Andrade es técnicamente un subordinado de Peña Nieto, y el Presidente le ordenó llevar a cabo la investigación”.
El diario estadounidense enfatiza que Andrade se negó a decir específicamente si él u otros investigadores había hablado con Peña Nieto o con el consejero delegado de Grupo Higa, Juan Armando Hinojosa Cantú.
El titular de la Función Pública dijo que los investigadores a su cargo no examinaron los correos electrónicos de los empleados del gobierno involucrados en los contratos, y en lugar de esto, confiaron en su palabra acerca de si se habían enfrentado a algún tipo de presión.
Gobernantes.com
El medio especializado en finanzas y negocios refiere que la exoneración del Presidente Peña Nieto del presunto conflicto de interés “debería haber sido una buena noticia. Sin embargo, debido a que la investigación fue dirigida por un auditor que nombró Peña Nieto, y que depende de él, se hizo poco para acallar a los críticos y a su preocupación por el favoritismo de su administración a socios comerciales”.
Para The New York Times “la conclusión de la investigación levanta [quita] cualquier nube legal sobre el señor Peña Nieto y Videgaray, pero es poco probable que levante la sombra que se cernía sobre la administración desde que los tratos fueron revelados el pasado noviembre”.
“Peña Nieto también ha sido criticado por el manejo de su gobierno sobre las bandas de narcotraficantes, la fuga de un gran capo de la droga de la cárcel [Joaquín "El Chapo" Guzmán] y una economía en crisis. Sus índices de aprobación se encuentran entre los más bajos de cualquier presidente reciente”, refiere el diario neoyorkino.
También el influyente medio estadounidense McClatchy DC ve muchas dudas en la absolución sobre tráfico de influencias del Presidente Peña Nieto, de su esposa y de su Secretario de Hacienda.
“Las preguntas sobre la compra de la casa [blanca] han perseguido a Peña Nieto y suscitado dudas no deseadas sobre su presidencia, poniendo de relieve el estilo de vida de lujo de la Primera Dama Angélica Rivera y el amiguismo que sigue afectando al gobierno de México a pesar de los promesas del Presidente mexicano de frenar esta situación”.
Esta mañana, en entrevista para Radio Fórmula, Virgilio Andrade dijo que él hizo lo que le correspondía en la investigación sobre conflictos de interés del Presidente, su esposa y el Secretario de Hacienda. ”Era lo que me correspondía; está documentado y puesto a la luz pública”, dijo el funcionario federal a pregunta expresa del periodista Ciro Gómez Leyva.
“Seguimos viviendo en la cultura o subcultura de la desconfianza, esto obviamente tiene antecedentes, y al única forma de coadyuvar a tratar de que esto termine es actuando conforme a las leyes en primer lugar, eso le corresponde a la autoridad, y desde luego, seguir mejorando las prácticas y los marcos normativos”, dijo Andrade Martínez.
Virgilio Andrade resolvió el viernes de la semana que el Presidente Enrique Peña Nieto, su esposa y el Secretario de Hacienda no incurrieron en conflictos de interés por adquirir propiedades a las empresas de Grupo Higa y de la familia San Román que, dijo, tienen 33 contratos con el Gobierno federal que representan el 0.017 por ciento de los otorgados por la presente administración.
Dijo que ni el Presidente Enrique Peña Nieto, ni el Secretario de Hacienda Luis Videgaray intervinieron en los procesos de contratación. Dijo que se demostró que Peña Nieto, Angélica Rivera y Videgaray Caso adquirieron los inmuebles de Sierra Gorda, en las Lomas, de Ixtapan y Malinalco antes de ser funcionarios.
Ese mismo día, Enrique Peña Nieto dijo que la investigación demostraba que “la conducta tanto de mi esposa [Angélica Rivera] y la mía estuvieron plenamente apegadas a Ley, sin embargo estoy consciente y reconozco que estos acontecimientos dieron lugar a interpretaciones que lastimaron e incluso indignaron a muchos mexicanos. A todos ellos les ofrezco una sincera disculpa”.
Al respecto, The New York Times destaca las declaraciones del Presidente como su mayor reconocimiento directo del escándalo le ha costado su credibilidad”. El diario estadounidense recuerda que Enrique Peña Nieto “asumió el poder retratarse a sí mismo como la cara moderna del Partido Revolucionario Institucional, que gobernó durante siete décadas a través de una mezcla de corrupción, coerción y favores hasta que perdió el poder en 2000″.
La corrupción, junto con la seguridad pública y la falta de trabajo, son las principales preocupaciones de los ciudadanos mexicanos, dice McClatchy DC basado en encuestas.
El medio de Washington recuerda que México está en el número 103 entre 175 naciones, en la lista más reciente difundida por Transparencia Internacional, una coalición mundial que mide la percepción pública de la corrupción.
El diario estadounidense hace eco del escándalo sobre la mansión conocida como la “casa blanca” en el ostentoso barrio Lomas de Chapultepec de la Ciudad de México y de las dudas que existen sobre que Rivera compró la residencia con iluminación personalizada brillante y grandes áreas de entretenimiento, supuestamente con las ganancias de su carrera como estrella de telenovelas de la televisión.
Andrade dijo que los registros bancarios demuestran que Rivera pagó 54 millones de pesos (unos 4.2 millones de dólares al tipo de cambio entonces vigente) a la filial de la contratista de Grupo Higa, el 12 de enero de 2012, bajo un contrato de ocho años, con un interés anual del 9 por ciento.
Andrade dijo Grupo Higa y sus subsidiarias tienen actualmente 22 contratos del gobierno con un valor de 1.38 mil millones de pesos, o alrededor de 82 millones de dólares al tipo de cambio actual.
Los investigadores de la SFP dijeron haber probado que no existió ninguna presión indebida para sesgar premios de licitación, dijo Andrade. Además, minimizó el valor de las ofertas concedidas a las empresas, diciendo que ascendieron a sólo el 0.017 por ciento de todas las ofertas gubernamentales otorgadas a empresas privadas, una vez que Peña Nieto asumió el cargo de mandatario nacional.
Preguntado por su amistad personal de largo tiempo con Videgaray, que data de sus días universitarios, Andrade dijo que la investigación se llevó a cabo “independiente de las situaciones personales”. Pero hay un asunto que no cuadra, dice McClatchy: “Andrade es técnicamente un subordinado de Peña Nieto, y el Presidente le ordenó llevar a cabo la investigación”.
El diario estadounidense enfatiza que Andrade se negó a decir específicamente si él u otros investigadores había hablado con Peña Nieto o con el consejero delegado de Grupo Higa, Juan Armando Hinojosa Cantú.
El titular de la Función Pública dijo que los investigadores a su cargo no examinaron los correos electrónicos de los empleados del gobierno involucrados en los contratos, y en lugar de esto, confiaron en su palabra acerca de si se habían enfrentado a algún tipo de presión.
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