México, D.F.- El ministro presidente Juan N. Silva Meza sostuvo que “aún frente a decisiones polémicas”, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha sido “una de las instituciones de Latinoamérica más reconocidas, no sólo por los organismos defensores de los derechos humanos, sino por la propia Corte Interamericana”.
Al inaugurar los trabajos del 48 Período Extraordinario de Sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), Silva Meza agregó que la Suprema Corte constituye “el catalizador de una nueva manera de impartir justicia en el país”.
Ante la presencia del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y del presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, juez Diego García Sayán, el ministro subrayó que como consecuencia del Caso Radilla -resuelto por la CoIDH en 2010 que derivó en una decisión histórica de la SCJN en el sentido de acotar el fuero militar con relación a delitos cometidos contra civiles y de establecer que las resoluciones de la Corte Interamericana son obligatorias para el Estado Mexicano-, el pleno de la Corte tiene “mucho más claro que nuestra obligación principal es, funcionar “como la última línea de defensa de los derechos de las personas y como insignia de la ruta que las autoridades deben seguir, para hacer valer los derechos humanos de todas personas”.
Recordó además que toda la jurisprudencia de la CoIDH es vinculante para México, siempre y cuando su aplicación resulte más protectora de los derechos de las personas, de conformidad con el artículo primero constitucional.
La inauguración de los trabajos se llevó a cabo en la sede de la SCJN.
Al inaugurar los trabajos del 48 Período Extraordinario de Sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), Silva Meza agregó que la Suprema Corte constituye “el catalizador de una nueva manera de impartir justicia en el país”.
Ante la presencia del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y del presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, juez Diego García Sayán, el ministro subrayó que como consecuencia del Caso Radilla -resuelto por la CoIDH en 2010 que derivó en una decisión histórica de la SCJN en el sentido de acotar el fuero militar con relación a delitos cometidos contra civiles y de establecer que las resoluciones de la Corte Interamericana son obligatorias para el Estado Mexicano-, el pleno de la Corte tiene “mucho más claro que nuestra obligación principal es, funcionar “como la última línea de defensa de los derechos de las personas y como insignia de la ruta que las autoridades deben seguir, para hacer valer los derechos humanos de todas personas”.
Recordó además que toda la jurisprudencia de la CoIDH es vinculante para México, siempre y cuando su aplicación resulte más protectora de los derechos de las personas, de conformidad con el artículo primero constitucional.
La inauguración de los trabajos se llevó a cabo en la sede de la SCJN.
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