lunes, 26 de octubre de 2015

Perfilando

Duarte, Silva y el PRI
 
Por: Iván Calderón

Las manifestaciones de satisfacción de los priístas, por el nombramiento de Alberto Silva Ramos como líder del Comité Directivo Estatal, fueron más que evidentes en su toma de posesión.
Silva, asume la presidencia del partido con un indiscutible reconocimiento a su liderazgo por parte de las bases, organizaciones, los distintos niveles de las dirigencias, así como el respaldo absoluto de Manlio Fabio Beltrones y del gobierno de Javier Duarte.
Esto, no es poca cosa.
El pasado sábado, no ocurrió más que la muestra del imponente poderío partidista que reúnen tanto el gobernador Duarte de Ochoa, así como sus nuevos dirigentes, Alberto Silva Ramos y Regina Vázquez Saut.
El PRI de la era del Duartismo, mostró músculo político.
Sin duda.
Los rojos, expusieron que pese al golpeteo o ninguneo, el PRI de la Prosperidad trabaja efectivamente al ritmo que le imprime Javier Duarte, quién con vientos o corrientes ciclónicas en contra, ha demostrado ser un hombre de resultados y triunfador.
El mismo Silva Ramos en su discurso lo enfatizó.
Beto, aseguró, que en este nuevo ciclo del partido, se trabajará del lado de quien gobierna a Veracruz.
De esta forma, se acentuó que el mismo Duarte de Ochoa hace cinco años se convirtió en el priista más votado de la historia, con más de 1 millón 400 mil votos que aún lo respaldan.
Es más, el mismo Silva, recordó las victorias que de la mano de Duarte se han logrado.
El nuevo líder del Revolucionario Institucional, ejemplificó la mayoría en el congreso local, así como el triunfo en el pasado proceso, donde los diputados federales forman la segunda bancada más grande en el Congreso de la Unión.
Beto Silva Ramos ante las fuerzas vivas del partido, no habló de una sana distancia, si no de de una cercanía absoluta con quién en su discurso aseguró que lo ha ganado todo.
Y es que a pesar de la carga negativa, o del desgaste natural en un fin de sexenio, en la renovación del cuadro tricolor, se reconoció de manera paralela la fortaleza que el mandatario veracruzano le ha otorgado a este instituto político, dejando muy en claro, que los priistas cierran filas con su gobernador.
Hay que decirlo, con miras al 2016, tanto el mandatario veracruzano como el líder del PRI se necesitan.
Silva Ramos llegó al PRI para acrecentar el voto, para ganar la mayoría del congreso y para frenar el crecimiento de los precandidatos opositores, y Javier Duarte tendrá que consolidar el término de su mandato.
Queda por ver, si Beto Silva desde su nuevo cargo construye una candidatura para la gubernatura.
Existen ciertos grupos que ya lo dan por hecho, y otros, que a pesar de tenerle un gran respeto, no lo ven así.
Mientras tanto, el también diputado federal por Tuxpan, ya suma y multiplica dentro del tricolor, tal es el caso de la reincorporación del alcalde de Alvarado, Octavio Ruiz, al Partido Revolucionario Institucional, hecho similar como cuando en su inicio de campaña sumó a más de 11 mil perredistas a su proyecto político. 
Todavía pasarán muchas cosas más.
Habremos de esperar.

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