México.- "El 90 por ciento de lo que estamos viendo en redes sociales es porquería: fotografías de mi cara, de mi torso, de mis partes íntimas. En redes sociales encontramos información que no interesa a nadie, que hasta cierto punto demuestra el analfabetismo virtual que muchos de nosotros podemos llegar a tener", consideró Gustavo Gutiérrez Oropeza, profesor investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Consideró que los usuarios de Facebook o Twitter necesitan alfabetizarse en redes sociales, pues aunque pueden ser un instrumento poderoso, son un enorme vínculo a la ignorancia.
A su parecer la educación en redes sociales también es una medida de protección para los datos personales de los usuarios, que en determinado momento se le puede dar un mal uso.
En este sentido señaló que cada uno debe ser responsable del dominio de su privacidad más que ponerle candados a su cuenta, lo cual podría entenderse como censura.
"La censura debe venir del propio usuario, por eso es importante la educación en términos de redes sociales, lo que pones en redes sociales es a lo que te estás arriesgando. Si pones tu dirección, a qué hora vas por el pan, todas esas cuestiones, por supuesto que te arriesgas más ", explicó.
Ante esta situación, señaló que la labor del periodista se ha abaratando, debido a que cualquiera se cree uno de estos profesionales y publican información sin fundamento.
"Con que saques una fotografía con tu celular, mandes una grabación, pongas un video, ya te estás creyendo periodistas, pero no es fácil poner una fotografía, un video implica poner un sustento no sólo una apariencia", dijo.
Sobre el caso de actores políticos, figuras públicas y ciudadanos que han sido exhibidos en las redes sociales por alguna conducta equivocada, Gutiérrez Oropeza consideró que al ventilarlos, a estas personas se les violaron sus derechos.
Pero argumentó que la mayoría de ellos no realizan réplica alguna porque apuestan que el tiempo diluirá las cosas, y no le dan seguimiento, sistematización.
"Sin duda alguna se violan los derechos, pero hay otra cuestión, hasta qué punto la víctima responde a estas cuestiones, cada información que se divulga debe tener un sustento pero a veces las víctimas ni siquiera piden sustento, ni aclaraciones".
"Las redes sociales son tan rápidas que la información se diluye con la misma velocidad con la que se va mostrando, entonces lo que tenemos realmente es una vorágine de comunicaciones que se van sustituyendo tan rápido unas a otras", añadió.
Expuso que las redes sociales no son tan libres y democráticas como parecen, pues finalmente son un negocio, tampoco son plurales porque no todo mundo tiene acceso a ellas. Aunque gozan de mayor transparencia que otros medios de comunicación.
Consideró que los usuarios de Facebook o Twitter necesitan alfabetizarse en redes sociales, pues aunque pueden ser un instrumento poderoso, son un enorme vínculo a la ignorancia.
A su parecer la educación en redes sociales también es una medida de protección para los datos personales de los usuarios, que en determinado momento se le puede dar un mal uso.
En este sentido señaló que cada uno debe ser responsable del dominio de su privacidad más que ponerle candados a su cuenta, lo cual podría entenderse como censura.
"La censura debe venir del propio usuario, por eso es importante la educación en términos de redes sociales, lo que pones en redes sociales es a lo que te estás arriesgando. Si pones tu dirección, a qué hora vas por el pan, todas esas cuestiones, por supuesto que te arriesgas más ", explicó.
Ante esta situación, señaló que la labor del periodista se ha abaratando, debido a que cualquiera se cree uno de estos profesionales y publican información sin fundamento.
"Con que saques una fotografía con tu celular, mandes una grabación, pongas un video, ya te estás creyendo periodistas, pero no es fácil poner una fotografía, un video implica poner un sustento no sólo una apariencia", dijo.
Sobre el caso de actores políticos, figuras públicas y ciudadanos que han sido exhibidos en las redes sociales por alguna conducta equivocada, Gutiérrez Oropeza consideró que al ventilarlos, a estas personas se les violaron sus derechos.
Pero argumentó que la mayoría de ellos no realizan réplica alguna porque apuestan que el tiempo diluirá las cosas, y no le dan seguimiento, sistematización.
"Sin duda alguna se violan los derechos, pero hay otra cuestión, hasta qué punto la víctima responde a estas cuestiones, cada información que se divulga debe tener un sustento pero a veces las víctimas ni siquiera piden sustento, ni aclaraciones".
"Las redes sociales son tan rápidas que la información se diluye con la misma velocidad con la que se va mostrando, entonces lo que tenemos realmente es una vorágine de comunicaciones que se van sustituyendo tan rápido unas a otras", añadió.
Expuso que las redes sociales no son tan libres y democráticas como parecen, pues finalmente son un negocio, tampoco son plurales porque no todo mundo tiene acceso a ellas. Aunque gozan de mayor transparencia que otros medios de comunicación.
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