ECLIPSE DE PERSONAS – EVANESCENCIA DE VIDAS: DESVANECIMIENTO DEL PENSAMIENTO CRÍTICO
Por Mariana B Arvizu R
Durante muchos años, miles de personas se han esfumado de la vida de sus seres queridos sin dejar rastro alguno, excepto el hecho de saber que no fue debido a una causa fisiológica su ausencia, sino más bien, por causas humanas, es decir que fue realizada por los hombres contra los hombres.
Las desapariciones de muchas personas se ve rodeada por múltiples circunstancias y motivos, incluyendo –desgraciadamente – que ha sido el mismo estado o gobierno el responsable de que esas personas no regresaran a sus hogares. Este problema ha aquejado a nuestro país desde la década de los 60`s aproximadamente, pero se hizo completamente latente cuando diversas organizaciones dieron a conocer datos relacionados con la detención y la desaparición de sus seres queridos, tal es el caso de Rosario Ibarra de Piedra quien tras la desaparición de sus hijos a manos del gobierno - durante el movimiento estudiantil de 1968 - realizó junto con otras madres (80 aproximadamente) una huelga de hambre en el zócalo para exigir el esclarecimiento del paradero de sus hijos, sin que a la fecha se haya clarificado dicha injusticia. Estas desapariciones se dieron en extremo durante los sexenios de los presidentes: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo, sin embargo, no han cesado, sino que se han incrementado en los últimos años. Por lo que “en el Informe del Grupo de Trabajo de la ONU sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias en su Misión a México presentado en 2012, se menciona que organizaciones de derechos humanos tenían documentadas hasta el 2010, alrededor de 3000 desapariciones forzadas en el país, sin embargo, a partir del 2011 organizaciones de derechos humanos y organizaciones sociales comenzaron a mencionar que el número de desapariciones forzadas podía ascender a 10 mil e incluso se ha llegado a hablar en el 2012 de hasta 30 mil desapariciones forzadas, sólo en el período del gobierno de Felipe Calderón (2006-2012).
Recientemente la Secretaría de Gobernación publicó una cifra de 26.121 personas desaparecidas durante la administración del presidente Calderón, pero en dicha cifra no se especifica cuáles de estas son desapariciones forzadas, cuales hacen referencia a personas extraviadas, o incluso ausentes”. Es por esta razón que día tras día más organizaciones tales como: Amnistía Internacional, Eureka, Campaña Nacional contra la desaparición forzada en México, Comité Cerezo México, Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos “Hasta Encontrarlos”, entre otros exigen que se esclarezcan dichas detenciones, que regresen sus familiares.
Por este motivo, la última semana del mes de mayo, se lleva a cabo la Semana Internacional del Detenido Desaparecido, donde se busca hacer conciencia social del problema que muchas familias sufren por intentar defenderse de la sinrazón del gobierno y de los abusos del mismo, buscando el apoyo y ayuda de la sociedad.
Recordemos que “Una desaparición forzada ocurre cuando una persona es detenida o secuestrada por el Estado o por agentes que actúan en su nombre, y luego se niega que la persona se encuentre detenida o se oculta su paradero, apartándola así de la protección de la ley”. Este eclipse de personas que se ve resguardado bajo la protección de la ley, “de la justicia”, por lo cual estos crímenes no son esclarecidos, investigados ni juzgados; por el contrario, entre más pronto se olviden, raudo sus nombres y su lucha se perderán en la historia.
Esta práctica sistematizada del Estado, que se ha profundizado y sofisticado se ha visto justificada por la militarización en todo el país a causa de la “guerra contra la delincuencia organizada”, lo que ha permitido salir impune de dichos actos bajo el entredicho de que fue realizado por los grupos del crimen organizado. Es necesario persistir y exigir al Estado mexicano para que reconozca las desapariciones forzadas perpetradas durante la guerra sucia y la guerra actual, que sean penados los responsables y que garantice el derecho a la justicia, a la veracidad de los hechos, así como a la reparación del daño.
Porque el combate de unos cuantos, bien fundamentada, se debe de convertir en la lid de todos. Que los vituperios del y los gobiernos no queden impunes. Levantemos la voz con aquellos que gritan por encontrar la vida que les fue arrebatada. No permitamos que sus vidas se esfumen en el aire, y que el pensamiento crítico se fugue hacia el vacío donde nadie lo escuche., porque como dicta el lema, “VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS”.
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