Ciudad de México.- De los más de 54 millones de personas que conforman la población económicamente activa (PEA) del País, sólo 38 millones laboran en el sector formal y, por lo tanto, tienen prestaciones y aguinaldo; el resto está en la informalidad.
El Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIE-UNAM) expone, por lo tanto, que son millones de trabajadores los que no tienen esta ni ninguna otra prestación.
Por su parte, la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD) resalta que también en el pago de aguinaldos hay varios huecos que aprovechan los patrones: uno de ellos es que simplemente no lo pagan y amenazan a los trabajadores que quienes denuncien se quedan sin empleo; otro es que muchas compañías tienen registrados a sus trabajadores con salario mínimo y bajo este sueldo hacen el cálculo de la prestación.
De esa forma, miles de empresas entregan un “pago de entre mil 100 y mil 500 pesos –ya que lo calculan conforme al salario mínimo– por esta prestación, lo que es un engaño para la autoridad laboral y un abuso hacia los trabajadores”.
Según la investigadora Isalia Nava Bolaños, del IIE de la UNAM, los trabajadores que reciben esa prestación destinan 70 por ciento de la misma a las compras de fin de año, el pago de deudas, así como arreglos y remodelaciones de inmuebles.
No obstante, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) indicó que 60 por ciento de los aguinaldos va al pago de deudas y rentas; la cuarta parte al gasto en las fiestas navideñas. Sin duda, es significativa la derrama que se genera en la economía por ese pago, y que los trabajadores no tienen capacidad de ahorrar nada, ya que o lo deben o lo utilizan para sortear estas fechas.
Hay personas que señalan que prefieren mantener su empleo que presentar una denuncia ante la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajador (Profedet), ya que diciembre pasa rápido y luego en enero tendría que buscar otro trabajo, y la verdad no lo hay, por eso abusan las empresas.
El Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIE-UNAM) expone, por lo tanto, que son millones de trabajadores los que no tienen esta ni ninguna otra prestación.
Por su parte, la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD) resalta que también en el pago de aguinaldos hay varios huecos que aprovechan los patrones: uno de ellos es que simplemente no lo pagan y amenazan a los trabajadores que quienes denuncien se quedan sin empleo; otro es que muchas compañías tienen registrados a sus trabajadores con salario mínimo y bajo este sueldo hacen el cálculo de la prestación.
De esa forma, miles de empresas entregan un “pago de entre mil 100 y mil 500 pesos –ya que lo calculan conforme al salario mínimo– por esta prestación, lo que es un engaño para la autoridad laboral y un abuso hacia los trabajadores”.
Según la investigadora Isalia Nava Bolaños, del IIE de la UNAM, los trabajadores que reciben esa prestación destinan 70 por ciento de la misma a las compras de fin de año, el pago de deudas, así como arreglos y remodelaciones de inmuebles.
No obstante, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) indicó que 60 por ciento de los aguinaldos va al pago de deudas y rentas; la cuarta parte al gasto en las fiestas navideñas. Sin duda, es significativa la derrama que se genera en la economía por ese pago, y que los trabajadores no tienen capacidad de ahorrar nada, ya que o lo deben o lo utilizan para sortear estas fechas.
Hay personas que señalan que prefieren mantener su empleo que presentar una denuncia ante la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajador (Profedet), ya que diciembre pasa rápido y luego en enero tendría que buscar otro trabajo, y la verdad no lo hay, por eso abusan las empresas.
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