Autoridades de China dieron a conocer el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, para lo cual iniciaron ensayos en humanos, informó el Ministerio de Defensa.
Ciudadde México.- El virus llamado COVID-19, que pasó de ser epidemia a pandemia, declarado así por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha generado pánico, incertidumbre y preocupación a la población a nivel mundial, ya que hasta el día de hoy se tiene un estimado de 265.000 casos de contagio en 172 países, la mayoría (más de 81.000) en China, donde se han registrado 3.255 muertes.
Hasta el momento, la cantidad de decesos en todo el mundo supera los 11.000; cabe mencionar que, después de China, el país con más casos es Italia y España el segundo país de Europa y el tercero del mundo, con un poco más de 25.000 contagiados.
El pasado 18 de marzo autoridades de China dieron a conocer el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, para lo cual iniciaron ensayos en humanos, informó el Ministerio de Defensa. La vacuna está preparada para llevar a cabo “una producción a gran escala, segura y efectiva”, aseguró la epidemióloga Chen Wei, líder del equipo de investigación de la Academia Militar de Investigación Médica, dependiente de la Academia Militar de Ciencias, que ha desarrollado el medicamento.
La vacuna se denomina RNA-1273 y ha sido desarrollada por científicos del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y de la compañía de biotecnología Moderna, lo cierto es que aún queda un largo camino por recorrer para que las vacunes estén disponibles para la población.
Mucho se ha hablado de medicamentos que puedan lograr controlar y extermninar el virus en el organismo, entre ellos se encuentra la Hidroxicloquina, la cual ha demostrado ser una droga con resultados muy alentadores, se ha utilizado para la malaria y para casos de artritis.
La cloroquina fue descubierta por el científico italoalemán Hans Andersag en 1934. Esta droga se encuentra en la Lista de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud. Se utilizada primordialmente para prevenir y tratar la malaria y para la amebiasis que se produce fuera de los intestinos, artritis reumatoide y lupus eritematoso.
“La hidroxicloroquina se diferencia de la cloroquina por la presencia de un grupo hidroxilo en el extremo de la cadena lateral. Se considera que su actividad es similar a la de la cloroquina, y su uso actual es creciente, fundamentalmente debido a su mejor perfil de seguridad. Tiene una farmacocinética similar, con rápida absorción gastrointestinal y se elimina por el riñón”, explica el Dr. Lautaro de Vedia en un documento publicado días atrás en el sitio web de la Sociedad Argentina de Infectología.
“Investigaciones diversas han demostrado que la cloroquina ejerce efectos antivirales a través de diferentes mecanismos —dice De Vedia—. Por un lado, puede cambiar el valor de pH de los endosomas (…) Tras ingresar a la célula, la cloroquina media el aumento del pH del lisosoma in vivo, debilita la liberación de transferrina de iones de hierro, reduce el contenido intracelular de iones de hierro e interfiere con la replicación intracelular del ADN. Como consecuencia, tiene un efecto inhibitorio significativo sobre las infecciones virales que invaden las células a través de la vía del endosoma, como el virus de la enfermedad de Borna, el virus de la gripe aviar y el virus del Zika”.
“Dos equipos de investigación independientes encontraron que la cloroquina tiene actividad anti-SARS-CoV a nivel celular. Los resultados de la Universidad de Lovaina en Bélgica mostraron que el fosfato de cloroquina puede inhibir la replicación del virus en la línea celular Vero E6 inducida por el SARS-CoV, con una concentración inhibitoria del 50%, cercana a la lograda durante el tratamiento de la malaria aguda. Un estudio realizado por los CDC de los EEUU encontró que la cloroquina inhibe la replicación del virus al reducir la glucosilación terminal de los receptores de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) en la superficie de las células Vero E6 e interferir con la unión de los receptores SARS-CoV y ACE2”, sostiene De Vedia.
Resultados arrojados en más de 100 casos, dejaron en evidencia que la cloroquina ayuda a inhibir la exacerbación de la neumonía y acorta el surso de la enfermedad y lo más relevante e importante es que no se registraron efectos adversos serios en los pacientes.
“También estamos estudiando una droga producida por Gilead, el Remdesivir, usada para otros propósitos, que parece tener muy buenos resultados para este virus. Está muy cerca de ser aprobada por la FDA. No puedo decir el mucho aprecio que tenemos con lo que están haciendo, son patriotas”, agregó. “La compañía trabajó muy bien con el ébola, es una gran firma. Son el Remdesivir, la cloroquina y la hidroxicloroquina. Dos ya fueron aprobadas para el uso con prescripción médica. Es emocionante y puede que cambien el juego, aunque también es posible que no. Pero en base a lo que vi son muy poderosas”.
El remdesivir es una droga desarrollada originalmente para el ébola, que comenzará a probarse en unos 1.000 pacientes con Covid-19 en centros de salud de países que cuentan con un gran número de casos (Estados Unidos, Hong Kong, Corea, Singapur, Alemania, España e Italia). Se estima que los primeros resultados estarán en mayo y de ellos dependerá la posibilidad de que se autorice posteriormente su uso.
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