México, D.F.- Un departamento con vista a la marina. Un condominio cerca de un lago artificial. Un suburbio en el que varias casas son del mismo dueño. Y en el trasfondo, ocho compañías fantasma: por tres años, socios cercanos a la familia de Elba Esther Gordillo utilizaron una red de compañías ficticias en Florida para adquirir, a ritmo frenético, bienes raíces en distintos puntos de Miami.
Documentos del Registro Público de la Propiedad del Distrito Federal, archivos del Departamento de Estado en Florida y del condado de Miami, revelan que al mismo tiempo que la empresa Comercializadora TTS de México SA de CV operaba transferencias a Suiza y Liechtenstein, el único socio reconocido de la madre de Gordillo Morales —un hombre que hasta ahora se había mantenido en el anonimato— se lanzó a la compra de al menos nueve inmuebles en la costa este de Estados Unidos.
Administradores y accionistas de Comercializadora TTS —la empresa señalada por la PGR como uno de tantos frentes de las actividades ilícitas de La Maestra— fundaron desde 2009 ocho empresas de responsabilidad legal limitada en Florida, según consta en registros oficiales del Departamento de Estado de esa entidad del país vecino.
Sus nombres son Altus Investment Group, RZ Investment Group, Morocco Investments Group, Angels Investments Group, Prague Investments Group, London Investments Group, San Sebastian Investments Group y Lisbon Investments Group.
La investigación y el rastreo de las compras inmobiliarias en Miami arranca en la Ciudad de México. Parte, a mayor detalle, de documentos del Registro Público del Distrito Federal, donde bajo el folio 358241 fue posible hallar el acta constitutiva de la empresa Comercializadora TTS de México SA de CV, señalada la semana pasada por la Procuraduría General de la República (PGR) como la fachada mediante la cual Gordillo Morales envió, durante años, una cantidad no determinada de recursos a Europa central.
Como ya lo reveló la PGR, Comercializadora TTS estuvo vinculada desde el principio a la familia de la maestra. Su accionista mayoritaria fue la madre de la ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Zoila Estela Ochoa Morales. En documentos del Registro Público se confirma ese dato: el 12 de septiembre de 2006 invirtió 50 mil pesos de capital inicial para controlar 99 por ciento de las acciones de la empresa, cuyo objetivo, asentado en actas, es “el diseño, construcción, administración, compra y venta de todo tipo de desarrollos inmobiliarios”, además de “mantenimiento, fumigación, decoración y compra y venta de todo tipo de bienes inmuebles”.
Pero si bien reveló la presencia de Ochoa Morales en Comercializadora TTS desde el principio, la procuraduría se guardó el nombre de un segundo socio, un accionista minoritario cuyo papel, sin embargo, fue y ha sido central en el funcionamiento de la empresa. También en el movimiento de cientos de miles de dólares para la adquisición de bienes raíces. Se trata de Alberto Quintana Díaz, abogado de profesión, graduado de la Escuela Libre de Derecho y ex director jurídico de Corporativo Geo.
En la sesión constitutiva de 2006, justo cuando la madre de la maestra Gordillo era designada accionista mayoritaria de Comercializadora TTS, Quintana Díaz recibió el 1 por ciento de las acciones restantes de la compañía. Al mismo tiempo fue designado coadministrador de los bienes de la empresa, tarea que le tocó compartir junto con Ochoa Morales, quien por ese entonces ya rozaba 86 años de edad.
Los registros de la vida interna de TTS muestran que Ochoa Morales y Quintana Díaz tomaron distintas decisiones juntos.
Por ejemplo, el 18 de enero de 2007 cedieron de mutuo acuerdo amplios poderes legales y administrativos de la comercializadora a una veintena de abogados, la mayor parte vinculados con un despacho jurídico del Distrito Federal, PdeA Abogados.
Según consta en el acta de esa asamblea —de la que dio fe el notario 122 del Distrito Federal, Arturo Talavera— Quintana Díaz se incluyó en esa lista como uno de los apoderados, junto con otro abogado, Ricardo Zazueta Chávez, en aquel momento socio de PdeA. Ambos fueron compañeros en la Escuela Libre de Derecho en los años 90.
Es a partir de esa cesión de poderes que Zazueta comienza a jugar un papel importante en Comercializadora TTS y, sobre todo, en sus operaciones internacionales. Iniciaría un carrusel de compras que le llevarían a él y a Quintana Díaz a sumergirse de lleno en el mundo de los bienes raíces de Florida.
Documentos del Registro Público de la Propiedad del Distrito Federal, archivos del Departamento de Estado en Florida y del condado de Miami, revelan que al mismo tiempo que la empresa Comercializadora TTS de México SA de CV operaba transferencias a Suiza y Liechtenstein, el único socio reconocido de la madre de Gordillo Morales —un hombre que hasta ahora se había mantenido en el anonimato— se lanzó a la compra de al menos nueve inmuebles en la costa este de Estados Unidos.
Administradores y accionistas de Comercializadora TTS —la empresa señalada por la PGR como uno de tantos frentes de las actividades ilícitas de La Maestra— fundaron desde 2009 ocho empresas de responsabilidad legal limitada en Florida, según consta en registros oficiales del Departamento de Estado de esa entidad del país vecino.
Sus nombres son Altus Investment Group, RZ Investment Group, Morocco Investments Group, Angels Investments Group, Prague Investments Group, London Investments Group, San Sebastian Investments Group y Lisbon Investments Group.
La investigación y el rastreo de las compras inmobiliarias en Miami arranca en la Ciudad de México. Parte, a mayor detalle, de documentos del Registro Público del Distrito Federal, donde bajo el folio 358241 fue posible hallar el acta constitutiva de la empresa Comercializadora TTS de México SA de CV, señalada la semana pasada por la Procuraduría General de la República (PGR) como la fachada mediante la cual Gordillo Morales envió, durante años, una cantidad no determinada de recursos a Europa central.
Como ya lo reveló la PGR, Comercializadora TTS estuvo vinculada desde el principio a la familia de la maestra. Su accionista mayoritaria fue la madre de la ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Zoila Estela Ochoa Morales. En documentos del Registro Público se confirma ese dato: el 12 de septiembre de 2006 invirtió 50 mil pesos de capital inicial para controlar 99 por ciento de las acciones de la empresa, cuyo objetivo, asentado en actas, es “el diseño, construcción, administración, compra y venta de todo tipo de desarrollos inmobiliarios”, además de “mantenimiento, fumigación, decoración y compra y venta de todo tipo de bienes inmuebles”.
Pero si bien reveló la presencia de Ochoa Morales en Comercializadora TTS desde el principio, la procuraduría se guardó el nombre de un segundo socio, un accionista minoritario cuyo papel, sin embargo, fue y ha sido central en el funcionamiento de la empresa. También en el movimiento de cientos de miles de dólares para la adquisición de bienes raíces. Se trata de Alberto Quintana Díaz, abogado de profesión, graduado de la Escuela Libre de Derecho y ex director jurídico de Corporativo Geo.
En la sesión constitutiva de 2006, justo cuando la madre de la maestra Gordillo era designada accionista mayoritaria de Comercializadora TTS, Quintana Díaz recibió el 1 por ciento de las acciones restantes de la compañía. Al mismo tiempo fue designado coadministrador de los bienes de la empresa, tarea que le tocó compartir junto con Ochoa Morales, quien por ese entonces ya rozaba 86 años de edad.
Los registros de la vida interna de TTS muestran que Ochoa Morales y Quintana Díaz tomaron distintas decisiones juntos.
Por ejemplo, el 18 de enero de 2007 cedieron de mutuo acuerdo amplios poderes legales y administrativos de la comercializadora a una veintena de abogados, la mayor parte vinculados con un despacho jurídico del Distrito Federal, PdeA Abogados.
Según consta en el acta de esa asamblea —de la que dio fe el notario 122 del Distrito Federal, Arturo Talavera— Quintana Díaz se incluyó en esa lista como uno de los apoderados, junto con otro abogado, Ricardo Zazueta Chávez, en aquel momento socio de PdeA. Ambos fueron compañeros en la Escuela Libre de Derecho en los años 90.
Es a partir de esa cesión de poderes que Zazueta comienza a jugar un papel importante en Comercializadora TTS y, sobre todo, en sus operaciones internacionales. Iniciaría un carrusel de compras que le llevarían a él y a Quintana Díaz a sumergirse de lleno en el mundo de los bienes raíces de Florida.
La Jornada
No hay comentarios.:
Publicar un comentario