México D.F.- En el Centro de Incubación de Empresas de Base Tecnológica del Instituto Politécnico Nacional (CIEBT-IPN) operó una red de corrupción para desviar recursos provenientes del Fondo Pyme de la Secretaría de Economía, en contubernio con empleados del Servicio de Administración Tributaria, lo que derivó en un fraude al proyecto, uno de los más ambiciosos para promover a las pequeñas y medianas empresas del país, pues los recursos nunca llegaron a los “emprendedores” y se simuló su entrega a beneficiarios falsos.
Una investigación de EL UNIVERSAL documentó que en el CIEBT-IPN se cometieron irregularidades que podrían configurar diversos delitos, pues para cometer el quebranto tenían que comprobar ante la Secretaría de Economía la aplicación de fondos destinados a Pymes, algo que no ocurría realmente. La lista de anomalías es larga:
Se utilizaron de forma ilegal RFC de profesionistas, empresarios y compañías, sin su autorización, a quienes se les activó oficialmente en el Servicio de Administración Tributaria (SAT) con empresas inexistentes o “fachada” como supuestas beneficiarias; se falsificaron firmas para simular trámites ante la CIEBT-IPN o elaborar recibos; se usaron credenciales del IFE para justificar la creación de empleos falsos; el centro cobró a Economía hasta 50 mil pesos por servicios de consultoría para cada emprendedor, asesorías que en la mayoría de los casos éstos jamás recibieron, además de existir doble facturación.
Se documentaron casos que datan de los años 2008, 2010 y 2011, pero son sólo una muestra de un esquema de operación ilegal, que podría haberse replicado en decenas de casos en la llamada Incubadora del Politécnico.
Algunos de los hechos se registraron cuando el Centro de Incubación era dirigido por Óscar Jorge Súchil Villegas (hoy secretario de Extensión e Integración Social del IPN, y uno de los hombres más cercanos a la directora de la casa de estudios, Yoloxóchiltl Bustamante); cuando éste ascendió en enero de 2010, quedó al frente de siete direcciones a su cargo, entre ellas el CIEBT-IPN, y en su lugar Lourdes Duque Rodríguez comenzó a dirigir la Incubadora, función que hoy ejerce Juan Alberto González Piñón, el ex jefe administrativo.
En entrevista, González Piñón, el actual director de la Incubadora, y quien desde hace una década labora en el área, al conocer el contenido de esta investigación y consultarle si conocía estas irregularidades, tajante rechazó la existencia de prácticas corruptas en el centro: “Estoy cierto que no hay nada que esté haciéndose o que se haya hecho de una manera indebida. Me sorprende, y el poder concebir que se haya podido hacer eso sin que haya de manera clara una situación que en este momento nos estuviera afectando, en verdad diría que es una situación fuera de contexto”.
Durante la reunión nunca pidió ver los documentos y pruebas que sustentan la información, y que forman parte de los archivos de la Incubadora que se entregaron a la Secretaría de Economía para justificar el apoyo a los emprendedores; pero solicitó que se corroboraran los datos que se le expusieron y que afectarían la imagen del centro. Se le preguntó si estaba dispuesto a que las autoridades hicieran una investigación a fondo, pero señaló que él no es la persona indicada para solicitarla.
El Universal
Una investigación de EL UNIVERSAL documentó que en el CIEBT-IPN se cometieron irregularidades que podrían configurar diversos delitos, pues para cometer el quebranto tenían que comprobar ante la Secretaría de Economía la aplicación de fondos destinados a Pymes, algo que no ocurría realmente. La lista de anomalías es larga:
Se utilizaron de forma ilegal RFC de profesionistas, empresarios y compañías, sin su autorización, a quienes se les activó oficialmente en el Servicio de Administración Tributaria (SAT) con empresas inexistentes o “fachada” como supuestas beneficiarias; se falsificaron firmas para simular trámites ante la CIEBT-IPN o elaborar recibos; se usaron credenciales del IFE para justificar la creación de empleos falsos; el centro cobró a Economía hasta 50 mil pesos por servicios de consultoría para cada emprendedor, asesorías que en la mayoría de los casos éstos jamás recibieron, además de existir doble facturación.
Se documentaron casos que datan de los años 2008, 2010 y 2011, pero son sólo una muestra de un esquema de operación ilegal, que podría haberse replicado en decenas de casos en la llamada Incubadora del Politécnico.
Algunos de los hechos se registraron cuando el Centro de Incubación era dirigido por Óscar Jorge Súchil Villegas (hoy secretario de Extensión e Integración Social del IPN, y uno de los hombres más cercanos a la directora de la casa de estudios, Yoloxóchiltl Bustamante); cuando éste ascendió en enero de 2010, quedó al frente de siete direcciones a su cargo, entre ellas el CIEBT-IPN, y en su lugar Lourdes Duque Rodríguez comenzó a dirigir la Incubadora, función que hoy ejerce Juan Alberto González Piñón, el ex jefe administrativo.
En entrevista, González Piñón, el actual director de la Incubadora, y quien desde hace una década labora en el área, al conocer el contenido de esta investigación y consultarle si conocía estas irregularidades, tajante rechazó la existencia de prácticas corruptas en el centro: “Estoy cierto que no hay nada que esté haciéndose o que se haya hecho de una manera indebida. Me sorprende, y el poder concebir que se haya podido hacer eso sin que haya de manera clara una situación que en este momento nos estuviera afectando, en verdad diría que es una situación fuera de contexto”.
Durante la reunión nunca pidió ver los documentos y pruebas que sustentan la información, y que forman parte de los archivos de la Incubadora que se entregaron a la Secretaría de Economía para justificar el apoyo a los emprendedores; pero solicitó que se corroboraran los datos que se le expusieron y que afectarían la imagen del centro. Se le preguntó si estaba dispuesto a que las autoridades hicieran una investigación a fondo, pero señaló que él no es la persona indicada para solicitarla.
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