México, D.F.- Dos jóvenes mexicanos, Luis y Emilio, pertenecían a una de las bandas más violentas del estado de Morelos. En una entrevista a Jaime Fernández Ortiz publicada por el portal Neupic, cuentan su experiencia. "Empezamos cuando teníamos 12 años", cuenta Luis. Uno de los ex sicarios recuerda que su familia era pobre y que un día los echaron a la calle. "Y un día alguien te pregunta si tienes hambre, si tienes dónde dormir y se preocupa por ti, te trata con respeto, más que tu familia, y eso empieza a ser importante para ti", recuerda Luis. "A nuestra familias no les importamos", confiesa el muchacho. "No les importa si comemos, dónde dormimos, si vamos a la escuela o si somos delincuentes; les da igual". A la pregunta sobre los secuestros y asesinatos, Emilio responde que "cuando te dicen que mates lo haces y punto". Prosigue con sinceridad: “Esto es como un trabajo. Lo haces sin hacerte demasiadas preguntas, si no sería un caos”. Pero los muchachos decidieron rehacer sus vidas cuando estaban en la cárcel. "Un día simplemente te cansas", confiesa Luis.
Quadratín
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