Edomex.- Una verdadera pesadilla viven familiares de personas que son secuestradas sobre la autopista México-Puebla, a la altura de San Marcos Huixtoco, cuando sufren alguna ponchadura, provocada por los mismos secuestrados, con clavos, vidrios o navajas de gallo, para hacer parar a sus víctimas.
Ya en el acotamiento y con la llanta ponchada, las víctimas supuestamente reciben la ayuda de vecinos que se ofrecen a cambiar la llanta afectada, pero que en realidad lo hacen para usar el mismo vehículo para llevarse al automovilista y a sus acompañantes, después de ser intimidados y golpeados.
Luego llaman a sus familiares para exigirle una fuerte cantidad de dinero para lograr su libertad, de lo contrario serían asesinados o “entregados en cachitos”.
La madre de una las víctimas relató que su hija regresaba a su casa en Chalco, acompañada con una amiga de Puebla, sobre la autopista México-Puebla, pero al pasar la caseta de cobro de San Marcos Huixtoco, a unos tres kilómetros, tuvieron que detenerse porque se les ponchó una llanta, sin haber pasado un sólo bache.
Ambas mujeres bajaron para ver qué hacían y llamaron a las oficinas locales de CAPUFE para que le enviarán ayuda; sin embargo, ninguna persona de esa dependencia, acudió al llamado de auxilio.
Al lugar acudieron cuatro hombres que ofrecieron cambiar la llanta, pero después de hacerlo, amagaron, forcejearon y golpearon a las dos chicas, para llevárselas secuestradas.
Con sus mismos celulares hablaron a sus padres y los secuestradores exigieron 150 mil pesos por cada una, de lo contrario, “se las entregarían en cachitos”.
Las familias de las mujeres, como pudieron reunieron el dinero y recibieron instrucciones de ir a dejar el dinero sobre el acotamiento de la misma autopista México-Puebla, para después recibir instrucciones de seguir por la carretera federal libre Mexico-Puebla y buscar una casa en la colonia la Venta, donde estaban abandonas las chicas y el auto.
Ahí en una casa abandonada encontraron a las dos amigas, golpeadas y aterrorizadas, pero vivas.
La madre de la chica de Chalco dijo que a pesar de la petición de ayuda a la CAPUFE, nadie acudió, según su personal, sí enviaron la ayuda, pero que “no la quisieron recibir”.
Incluso, algunos vecinos del lugar, aseguraron que la banda de secuestradores opera desde la colonia Jorge Jiménez Cantú, de donde salen para arrojar clavos, vidrios o navajas para que las llantas se ponchen y puedan secuestrar a automovilistas y sus acompañantes, para exigir una fuerte cantidad por su rescate.
A pesar de la denuncia pública que hizo la madre de una de las chicas secuestradas, sobre ese tramo de la autopista México-Puebla, no existe un sólo operativo de la policía federal para detener a esta banda de secuestradores.
Ya en el acotamiento y con la llanta ponchada, las víctimas supuestamente reciben la ayuda de vecinos que se ofrecen a cambiar la llanta afectada, pero que en realidad lo hacen para usar el mismo vehículo para llevarse al automovilista y a sus acompañantes, después de ser intimidados y golpeados.
Luego llaman a sus familiares para exigirle una fuerte cantidad de dinero para lograr su libertad, de lo contrario serían asesinados o “entregados en cachitos”.
La madre de una las víctimas relató que su hija regresaba a su casa en Chalco, acompañada con una amiga de Puebla, sobre la autopista México-Puebla, pero al pasar la caseta de cobro de San Marcos Huixtoco, a unos tres kilómetros, tuvieron que detenerse porque se les ponchó una llanta, sin haber pasado un sólo bache.
Ambas mujeres bajaron para ver qué hacían y llamaron a las oficinas locales de CAPUFE para que le enviarán ayuda; sin embargo, ninguna persona de esa dependencia, acudió al llamado de auxilio.
Al lugar acudieron cuatro hombres que ofrecieron cambiar la llanta, pero después de hacerlo, amagaron, forcejearon y golpearon a las dos chicas, para llevárselas secuestradas.
Con sus mismos celulares hablaron a sus padres y los secuestradores exigieron 150 mil pesos por cada una, de lo contrario, “se las entregarían en cachitos”.
Las familias de las mujeres, como pudieron reunieron el dinero y recibieron instrucciones de ir a dejar el dinero sobre el acotamiento de la misma autopista México-Puebla, para después recibir instrucciones de seguir por la carretera federal libre Mexico-Puebla y buscar una casa en la colonia la Venta, donde estaban abandonas las chicas y el auto.
Ahí en una casa abandonada encontraron a las dos amigas, golpeadas y aterrorizadas, pero vivas.
La madre de la chica de Chalco dijo que a pesar de la petición de ayuda a la CAPUFE, nadie acudió, según su personal, sí enviaron la ayuda, pero que “no la quisieron recibir”.
Incluso, algunos vecinos del lugar, aseguraron que la banda de secuestradores opera desde la colonia Jorge Jiménez Cantú, de donde salen para arrojar clavos, vidrios o navajas para que las llantas se ponchen y puedan secuestrar a automovilistas y sus acompañantes, para exigir una fuerte cantidad por su rescate.
A pesar de la denuncia pública que hizo la madre de una de las chicas secuestradas, sobre ese tramo de la autopista México-Puebla, no existe un sólo operativo de la policía federal para detener a esta banda de secuestradores.
Reporteros en movimiento
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