Ciudad de México.- Quienes han salido ganando con la inseguridad que prevalece en el País, son las empresas dedicadas al blindaje de autos, aun cuando hacerlo cuesta alrededor de 75 mil dólares, dependiendo de la calidad del servicio y del tipo de auto.
En el sexenio de Felipe Calderón, la industria del blindaje creció a una tasa entre 15 y 20 por ciento anual, principalmente por las compras del gobierno; sin embargo, desde el inicio de la administración de Enrique Peña Nieto, desaceleró a entre 5 y 6 por ciento anual.
Como fuera, tan solo en 2015 se comercializaron 2 mil 700 autos y camionetas blindadas en México, lo que significó un incremento de 5 por ciento respecto a un año antes. De acuerdo a Luis Cano, vicepresidente ejecutivo de Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA), el crecimiento es similar al que se tuvo en 2014, impulsado por la iniciativa privada que sigue buscando estos servicios de protección y que el gobierno redujo su gasto.
“El 70 por ciento de las unidades que armamos el año pasado fueron para la iniciativa privada, el resto fue para gobiernos (federal y estatales), y no vemos que haya cambio a la luz del recorte en el presupuesto”, destacó el también director comercial de Total Shield. Revela que ante el encarecimiento de los insumos, relacionado con el dólar, han tenido que aumentar el precio de los servicios, lo cual ha afectado sus ventas.
“Nuestros precios están en dólares, por eso al final afecta al mercado que antes cambiaba de auto cada 2 años por seguridad, ahora se quieren esperar más tiempo, además de que esperamos también que este año el gobierno reactive sus compras de vehículos blindados”.
Ni hablar, quienes tienen recursos pueden protegerse con blindaje, quienes no, a lo que le den las piernas.
En el sexenio de Felipe Calderón, la industria del blindaje creció a una tasa entre 15 y 20 por ciento anual, principalmente por las compras del gobierno; sin embargo, desde el inicio de la administración de Enrique Peña Nieto, desaceleró a entre 5 y 6 por ciento anual.
Como fuera, tan solo en 2015 se comercializaron 2 mil 700 autos y camionetas blindadas en México, lo que significó un incremento de 5 por ciento respecto a un año antes. De acuerdo a Luis Cano, vicepresidente ejecutivo de Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA), el crecimiento es similar al que se tuvo en 2014, impulsado por la iniciativa privada que sigue buscando estos servicios de protección y que el gobierno redujo su gasto.
“El 70 por ciento de las unidades que armamos el año pasado fueron para la iniciativa privada, el resto fue para gobiernos (federal y estatales), y no vemos que haya cambio a la luz del recorte en el presupuesto”, destacó el también director comercial de Total Shield. Revela que ante el encarecimiento de los insumos, relacionado con el dólar, han tenido que aumentar el precio de los servicios, lo cual ha afectado sus ventas.
“Nuestros precios están en dólares, por eso al final afecta al mercado que antes cambiaba de auto cada 2 años por seguridad, ahora se quieren esperar más tiempo, además de que esperamos también que este año el gobierno reactive sus compras de vehículos blindados”.
Ni hablar, quienes tienen recursos pueden protegerse con blindaje, quienes no, a lo que le den las piernas.
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