JUSTICIA ELECTORAL OBSOLETA
Los organismos electorales siempre quedan como el “cohetero” porque no dan gusto a todos y sus decisiones siempre son criticadas por tendenciosas ya que dependen del bueno o mal humor de los gobernantes que colocaron a los encargados de dar transparencia y legalidad a las elecciones.
Por eso ya es urgente una reforma al Código Penal para fortalecer con ello el sistema de justicia electoral e incorporar figuras que actualmente no se contemplan, con el afán de inhibir conductas que restan confianza y credibilidad a los comicios.
Muchos estudiosos del tema coinciden en que existe un rezago que debe corregirse para que el marco normativo sea congruente con un nuevo contexto político y social que vive nuestro país, para lo cual se requiere un modelo que se caracterice por la prevención y no por la persecución de los delitos electorales.
José Francisco Martínez Velazco, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana, considera que la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (FEPADE) debe tener nuevas atribuciones, además de que sea un organismo autónomo, pues en la actualidad forma parte de la Procuraduría General de la República y depende del Poder Ejecutivo, lo cual genera mayor confianza.
Los electores aún creen que el sistema de justicia electoral al igual que los organismos electorales administrativos y judiciales, además de alterar la equidad, también contribuyen a fomentar una cultura que atenta contra la legalidad. luisayalaramos@yahoo.com.mx
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