Ciudad de México.- En respuesta a un grupo de jóvenes encapuchados que mantienen tomada la Torre de Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cinco de sus ex rectores exhortaron a las autoridades competentes a contribuir con el restablecimiento de la normalidad en la máxima casa de estudios.
Los ex dirigentes de la UNAM que coincidieron en el pronunciamiento son Juan Ramón de la Fuente, Guillermo Soberón, Octavio Rivero, Francisco Barnés y José Sarukhán, informó la Dirección General de Comunicación Social (DGCS) de la institución educativa.
“(Ellos) suscribieron un pronunciamiento en el que exhortan a las autoridades competentes, con todo respeto, pero con absoluta convicción, a que, con sensibilidad, contribuyan a que se restablezca la normalidad en la institución y se evite así que se le inflijan, una vez más, severos daños morales, físicos y económicos”, difundió la DGCS.
El mensaje fue dirigido al gobierno de la República, a la comunidad universitaria en el país y a la sociedad en general.
Además, externaron “con firmeza su repudio” a la violencia y calificaron los hechos como una “inaceptable agresión que se ejerce, de nueva cuenta, contra la Universidad”.
“Ofende profundamente a la sociedad mexicana y es causa de indignación para quienes pensamos que el futuro de nuestro país reside en quienes hemos tenido el privilegio de formarnos en la educación superior, que es el motor de cambio del país”, añaden quienes ocuparon el edificio tomado desde el pasado 19 de abril.
Los ex rectores expresaron que con la intervención de autoridades esperarían evitar severos daños morales, físicos y económicos a la institución académica.
Además, expresaron su solidaridad con el actual rector José Narro Robles y reconocieron su firme rechazo a los acontecimientos y actuación por denunciar jurídicamente los actos violentos.
Por último, enfatizaron “que el trabajo universitario tiene como propósito el bien de México y es, asimismo, uno de los más valiosos elementos para un futuro promisorio”.
Juan Ramón de la Fuente, uno de los firmantes del comunicado, ocupó el mayor cargo en la casa de estudios tras el conflicto de 1999, que concluyó con el ingreso de la Policía Federal a todas las instalaciones de la casa de estudios.
Los ex dirigentes de la UNAM que coincidieron en el pronunciamiento son Juan Ramón de la Fuente, Guillermo Soberón, Octavio Rivero, Francisco Barnés y José Sarukhán, informó la Dirección General de Comunicación Social (DGCS) de la institución educativa.
“(Ellos) suscribieron un pronunciamiento en el que exhortan a las autoridades competentes, con todo respeto, pero con absoluta convicción, a que, con sensibilidad, contribuyan a que se restablezca la normalidad en la institución y se evite así que se le inflijan, una vez más, severos daños morales, físicos y económicos”, difundió la DGCS.
El mensaje fue dirigido al gobierno de la República, a la comunidad universitaria en el país y a la sociedad en general.
Además, externaron “con firmeza su repudio” a la violencia y calificaron los hechos como una “inaceptable agresión que se ejerce, de nueva cuenta, contra la Universidad”.
“Ofende profundamente a la sociedad mexicana y es causa de indignación para quienes pensamos que el futuro de nuestro país reside en quienes hemos tenido el privilegio de formarnos en la educación superior, que es el motor de cambio del país”, añaden quienes ocuparon el edificio tomado desde el pasado 19 de abril.
Los ex rectores expresaron que con la intervención de autoridades esperarían evitar severos daños morales, físicos y económicos a la institución académica.
Además, expresaron su solidaridad con el actual rector José Narro Robles y reconocieron su firme rechazo a los acontecimientos y actuación por denunciar jurídicamente los actos violentos.
Por último, enfatizaron “que el trabajo universitario tiene como propósito el bien de México y es, asimismo, uno de los más valiosos elementos para un futuro promisorio”.
Juan Ramón de la Fuente, uno de los firmantes del comunicado, ocupó el mayor cargo en la casa de estudios tras el conflicto de 1999, que concluyó con el ingreso de la Policía Federal a todas las instalaciones de la casa de estudios.
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