Gobierno de Poo Gil improvisado y arbitrario

Veracruz.- Esto solo ocurre en un lugar como Veracruz. En plena temporada vacacional, al presidente municipal de Veracruz, Ramón Poo Gil se le ocurre iniciar la segunda etapa del rescate del Centro Histórico (acaso para que los turistas vean que si trabaja), lo que implica cerrar calles a la circulación vehicular, tapar banquetas, causar molestias no sólo a los habitantes de la ciudad, sino a los turistas que van a "disfrutar" de los "atractivos" del lugar, como olores nauseabundos de su drenaje, exceso de contaminación visual, auditiva, atmosférica, y otros males. ¿Alguien puede decirle a Poo Gil que eso se llama actuar de manera improvisada, arbitraria, lo que muestra su poca capacidad para ejercer el gobierno del primer ayuntamiento de tierra continental en América? Una cosa es hacer chistes malos -es famoso por decir que en el puerto sólo hay "robos de chicles y papitas" en las tiendas.
Los primeros que debieran reclamarle debieran ser los prestadores de servicios -hoteleros, restauranteros, transportistas- que tanto se quejan de que no llega el turismo, o si llega, este es el de "jícama y horchata", pero no el de primer mundo, que es el que trae dólares, euros, yenes o alguna otra moneda fuerte, porque ese se va a otros lugares un poco mejor. En fin, es pedirle peras al olmo. Así que ya sabe a quién "recordársela" si va al puerto y se encuentra con calles y banquetas tapadas, si se entrampa en el tránsito vehicular, o si no puede llegar a donde quiere, porque al inepto alcalde se le ocurrió hacer las obras cuando menos debiera. 

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