Ciudad de México.- Si todas las descargas en Internet de imágenes, música, películas y textos tuvieran la debida autorización y el pago correspondiente, “las industrias culturales y sectores creativos habrían obtenido ingresos adicionales por 130 mil millones de pesos, y el gobierno habría recaudado 19 mil millones más de Impuesto al Valor Agregado”, asegura el diputado Héctor Humberto Gutiérrez De la Garza (PRI), quien sostuvo, además, que en México ocho de cada 10 personas han consumido un producto pirata.
Gutiérrez De la Garza propuso una iniciativa de reformas a las Leyes de la Propiedad Industrial y Federal del Derecho de Autor, para sancionar hasta con 40 mil días de salario a quienes suban en sitios de Internet obras, producciones, ediciones, ejecuciones e interpretaciones sin la debida autorización de sus creadores o los titulares de los derechos correspondientes.
La afectación a los derechos de autor constituye una infracción y en ocasiones un delito conocido como piratería, sobre el que se debe trabajar de forma activa y “las autoridades identificar y perseguir el ilícito en cualquier ámbito de su competencia, sin importar el medio por el que se cometa”, subrayó.
En el documento, enviado a la Comisión de Cultura y Cinematografía, precisó que la comunidad de usuarios de Internet en el país pasó de casi 14 millones en 2004, hasta rebasar 51 millones en 2013. “El crecimiento continuará por las reformas en materia de telecomunicaciones, lo que coloca al país como uno de los mercados más atractivos para el comercio electrónico y el consumo de bienes culturales a través de medios digitales”.
Dicho aumento, aclaró, no ha tenido el impacto económico que se esperaría de un mercado como el de Internet, y ha provocado que los creadores no continúen con su especialidad, al verse desprotegidos por abusos de sitios que ponen a disposición del público sus materiales sin autorización.
Además, el incremento del uso de Internet modificó los hábitos de consumo y ha impulsado nuevos modelos de negocio; el mercado de bienes y servicios ha evolucionado a formatos digitales y la comercialización de bienes culturales pasó al modelo de suscripción o monetización, con la inclusión de publicidad en diversos contenidos por Internet, dijo.
Sin embargo, advirtió, los creadores y titulares de esos derechos no tienen condiciones para implementar nuevos modelos de negocio basados en el uso de estas tecnologías y están imposibilitados para evitar la violación a sus derechos en el entorno digital.
Por ello, consideró necesario actualizar el marco legal para desarrollar el mercado digital de bienes culturales y fomentar la migración de los distintos modelos de negocio en el país, lo que incrementará los beneficios económicos para la población.
Gutiérrez De la Garza propuso una iniciativa de reformas a las Leyes de la Propiedad Industrial y Federal del Derecho de Autor, para sancionar hasta con 40 mil días de salario a quienes suban en sitios de Internet obras, producciones, ediciones, ejecuciones e interpretaciones sin la debida autorización de sus creadores o los titulares de los derechos correspondientes.
La afectación a los derechos de autor constituye una infracción y en ocasiones un delito conocido como piratería, sobre el que se debe trabajar de forma activa y “las autoridades identificar y perseguir el ilícito en cualquier ámbito de su competencia, sin importar el medio por el que se cometa”, subrayó.
En el documento, enviado a la Comisión de Cultura y Cinematografía, precisó que la comunidad de usuarios de Internet en el país pasó de casi 14 millones en 2004, hasta rebasar 51 millones en 2013. “El crecimiento continuará por las reformas en materia de telecomunicaciones, lo que coloca al país como uno de los mercados más atractivos para el comercio electrónico y el consumo de bienes culturales a través de medios digitales”.
Dicho aumento, aclaró, no ha tenido el impacto económico que se esperaría de un mercado como el de Internet, y ha provocado que los creadores no continúen con su especialidad, al verse desprotegidos por abusos de sitios que ponen a disposición del público sus materiales sin autorización.
Además, el incremento del uso de Internet modificó los hábitos de consumo y ha impulsado nuevos modelos de negocio; el mercado de bienes y servicios ha evolucionado a formatos digitales y la comercialización de bienes culturales pasó al modelo de suscripción o monetización, con la inclusión de publicidad en diversos contenidos por Internet, dijo.
Sin embargo, advirtió, los creadores y titulares de esos derechos no tienen condiciones para implementar nuevos modelos de negocio basados en el uso de estas tecnologías y están imposibilitados para evitar la violación a sus derechos en el entorno digital.
Por ello, consideró necesario actualizar el marco legal para desarrollar el mercado digital de bienes culturales y fomentar la migración de los distintos modelos de negocio en el país, lo que incrementará los beneficios económicos para la población.
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