Ciudad de México.- No han trascurrido ni tres años del Gobierno de Enrique Peña Nieto, y al PRI ya le entraron los miedos rumbos al 2018 -como anticipando la debacle que se avecina para ese instituto debido a la fragilidad de la administración Federal –al igual que en muchos Estados como Veracruz- en materia económica y de seguridad, lo que ha cambiado la percepción de los gobernados en torno a sus gobernantes.
Y tan grande son los temores, que ahora no solo se han ido contra la yugular de Andrés Manuel López Obrador que ha dicho abiertamente que si quiere ser candidato a la Presidencia en el 2018 sino, también, contra el dirigente nacional panista, Gustavo Madero que anda tendiendo puentes para el mismo objetivo y ahora, para rematar, contra el Gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle –quien se ha distinguido por ser uno de los mejores mandatarios que ha tenido aquella entidad –llevando, hasta hace unos días como secretario de gobierno al veracruzano, Luis Maldonado Venegas, hijo del siempre bien recordado ilustre político, Juan Maldonado-.
A Moreno Valle lo acusa el dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz de haber desplegado un equipo de operadores en por lo menos cuatro estados del país para influir en el proceso electoral de este año con miras a lo que viene, esto es, Querétaro, Veracruz, San Luis Potosí y Jalisco, situación que, asegura, distrae a la administración estatal de su responsabilidad básica de generar mejores condiciones de vida para los poblanos (cuando Puebla es de las Entidades que han experimentado un envidiable crecimiento).
“Se están preparando denuncias. No vamos a dejar que nadie transgreda la ley impunemente”, advirtió el líder del priísmo nacional, quien visitó este domingo los municipios de Tecamachalco, San Pedro Cholula y Puebla para respaldar a los seis abanderados a diputados federales que registró la alianza PRI-PVEM en esas demarcaciones.
Camacho definió, por otra parte, la postura del Comité Ejecutivo Nacional del PRI ante los comentarios que realizó la esposa de Moreno Valle, Martha Érika Alonso, contra Enrique Peña Nieto, en un acto de campaña del blanquiazul el 18 de abril pasado, cuando la presidenta del DIF Estatal argumentó en un mitin de apoyo a los abanderados del Partido Acción Nacional que Enrique Peña Nieto ganó la elección de 2012 sólo por “guapo”, pero no ha dado resultados a sus gobernados, a diferencia de su esposo.
Al respecto, el priísta dijo que es una muestra más del doble discurso y de la doble moral de los panistas, quienes por un lado se desviven en elogios frente al Presidente, que parecen rayar en la zalamería, y después realizan comentarios de absoluta falta de respeto y objetividad” (bueno, hay que reconocer que es cierto, no lo que dice Camacho, sino la señora Érika Alonso).
Por lo pronto, demandó al titular del Poder Ejecutivo local respetar las jurisdicciones electorales y conducirse con apego a la ley, pues su conducta, subrayó, es objeto de “denuncias políticas y señalamientos jurídicos” en diversos lugares de la República. En fin, el miedo futurista a los errores tempraneros.
Y tan grande son los temores, que ahora no solo se han ido contra la yugular de Andrés Manuel López Obrador que ha dicho abiertamente que si quiere ser candidato a la Presidencia en el 2018 sino, también, contra el dirigente nacional panista, Gustavo Madero que anda tendiendo puentes para el mismo objetivo y ahora, para rematar, contra el Gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle –quien se ha distinguido por ser uno de los mejores mandatarios que ha tenido aquella entidad –llevando, hasta hace unos días como secretario de gobierno al veracruzano, Luis Maldonado Venegas, hijo del siempre bien recordado ilustre político, Juan Maldonado-.
A Moreno Valle lo acusa el dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz de haber desplegado un equipo de operadores en por lo menos cuatro estados del país para influir en el proceso electoral de este año con miras a lo que viene, esto es, Querétaro, Veracruz, San Luis Potosí y Jalisco, situación que, asegura, distrae a la administración estatal de su responsabilidad básica de generar mejores condiciones de vida para los poblanos (cuando Puebla es de las Entidades que han experimentado un envidiable crecimiento).
“Se están preparando denuncias. No vamos a dejar que nadie transgreda la ley impunemente”, advirtió el líder del priísmo nacional, quien visitó este domingo los municipios de Tecamachalco, San Pedro Cholula y Puebla para respaldar a los seis abanderados a diputados federales que registró la alianza PRI-PVEM en esas demarcaciones.
Camacho definió, por otra parte, la postura del Comité Ejecutivo Nacional del PRI ante los comentarios que realizó la esposa de Moreno Valle, Martha Érika Alonso, contra Enrique Peña Nieto, en un acto de campaña del blanquiazul el 18 de abril pasado, cuando la presidenta del DIF Estatal argumentó en un mitin de apoyo a los abanderados del Partido Acción Nacional que Enrique Peña Nieto ganó la elección de 2012 sólo por “guapo”, pero no ha dado resultados a sus gobernados, a diferencia de su esposo.
Al respecto, el priísta dijo que es una muestra más del doble discurso y de la doble moral de los panistas, quienes por un lado se desviven en elogios frente al Presidente, que parecen rayar en la zalamería, y después realizan comentarios de absoluta falta de respeto y objetividad” (bueno, hay que reconocer que es cierto, no lo que dice Camacho, sino la señora Érika Alonso).
Por lo pronto, demandó al titular del Poder Ejecutivo local respetar las jurisdicciones electorales y conducirse con apego a la ley, pues su conducta, subrayó, es objeto de “denuncias políticas y señalamientos jurídicos” en diversos lugares de la República. En fin, el miedo futurista a los errores tempraneros.
Gobernantes.com
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