Toluca, México.- El cuerpo estuvo seis meses en el Semefo de Tenancingo, en el Estado de México, sin que las autoridades supieran su identidad.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) detuvo a cuatro personas señaladas como las responsables del secuestro y homicidio de Carlos Eduardo Martínez González, de 15 años, quien fue privado de la libertad el 14 de febrero pasado en Toluca.
Derivado de las investigaciones realizadas por esa institución, un juez giró una orden de aprehensión contra Margarito Salas Reyes, Emiliano Victoria Reyes, Silverio Victoria Hernández y Beatriz Alejandra Morales Sendo, quienes son los presuntos responsables de estos hechos. La medida fue cumplimentada por agentes de la Policía Ministerial.
Estas cuatro personas fueron trasladadas al penal de Almoloya, donde quedaron a disposición de la autoridad judicial.
Las indagatorias realizadas por el Ministerio Público estatal revelan que la mujer detenida como presunta responsable (Beatriz Alejandra Morales Sendo) mantenía una relación cercana con el padre del menor, lo que facilitó que los presuntos captores pudieran realizar el secuestro.
Las cámaras de seguridad captaron el momento en que el menor se sube a una camioneta negra sin oponer resistencia, debido a que conocía a la mujer que lo secuestró.
La dependencia estatal ofreció apoyo a la familia de la víctima, sepultada ayer.
En junio pasado, a más de 100 días de haber desaparecido el menor, estudiante del Colegio Montessori, la procuraduría mexiquense activó la alerta Amber para su localización.
Su padre, Alfredo Martínez Gutiérrez, denunció entonces que el menor fue subido a un vehículo segundos después de haber cruzado la puerta de salida del plantel ubicado en Toluca.
Según las pruebas periciales, el menor fue asesinado a mediados de febrero y su cadáver fue tirado en la autopista Tenango-Ixtapan de la Sal, en Villa Guerrero, Estado de México.
El padre adoptivo de la víctima indicó que el cuerpo pasó al menos seis meses en una morgue de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México sin que las autoridades supieran de quién se trataba.
Fue hasta la captura de la banda de presuntos secuestradores cuando se reveló la ubicación del menor, debido a que la banda ofreció datos del plagio. El cuerpo estaba en las instalaciones del Servicio Médico Forense de Tenancingo.
El mismo día del secuestro los captores se comunicaron con la familia de Carlos Eduardo para exigir un rescate de 10 millones de pesos, que luego bajaron a solo 2 millones.
La familia del menor tiene una tortería, a la que iba a comer Beatriz Alejandra Morales Sendo, acusada de planear el plagio.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) detuvo a cuatro personas señaladas como las responsables del secuestro y homicidio de Carlos Eduardo Martínez González, de 15 años, quien fue privado de la libertad el 14 de febrero pasado en Toluca.
Derivado de las investigaciones realizadas por esa institución, un juez giró una orden de aprehensión contra Margarito Salas Reyes, Emiliano Victoria Reyes, Silverio Victoria Hernández y Beatriz Alejandra Morales Sendo, quienes son los presuntos responsables de estos hechos. La medida fue cumplimentada por agentes de la Policía Ministerial.
Estas cuatro personas fueron trasladadas al penal de Almoloya, donde quedaron a disposición de la autoridad judicial.
Las indagatorias realizadas por el Ministerio Público estatal revelan que la mujer detenida como presunta responsable (Beatriz Alejandra Morales Sendo) mantenía una relación cercana con el padre del menor, lo que facilitó que los presuntos captores pudieran realizar el secuestro.
Las cámaras de seguridad captaron el momento en que el menor se sube a una camioneta negra sin oponer resistencia, debido a que conocía a la mujer que lo secuestró.
La dependencia estatal ofreció apoyo a la familia de la víctima, sepultada ayer.
En junio pasado, a más de 100 días de haber desaparecido el menor, estudiante del Colegio Montessori, la procuraduría mexiquense activó la alerta Amber para su localización.
Su padre, Alfredo Martínez Gutiérrez, denunció entonces que el menor fue subido a un vehículo segundos después de haber cruzado la puerta de salida del plantel ubicado en Toluca.
Según las pruebas periciales, el menor fue asesinado a mediados de febrero y su cadáver fue tirado en la autopista Tenango-Ixtapan de la Sal, en Villa Guerrero, Estado de México.
El padre adoptivo de la víctima indicó que el cuerpo pasó al menos seis meses en una morgue de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México sin que las autoridades supieran de quién se trataba.
Fue hasta la captura de la banda de presuntos secuestradores cuando se reveló la ubicación del menor, debido a que la banda ofreció datos del plagio. El cuerpo estaba en las instalaciones del Servicio Médico Forense de Tenancingo.
El mismo día del secuestro los captores se comunicaron con la familia de Carlos Eduardo para exigir un rescate de 10 millones de pesos, que luego bajaron a solo 2 millones.
La familia del menor tiene una tortería, a la que iba a comer Beatriz Alejandra Morales Sendo, acusada de planear el plagio.
Milenio
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