La Paz, México.- Juan José Medina Cabrera, alcalde de La Paz, logró imponer una obra que no cuenta con la aprobación de la ciudadanía, un proyecto que el edil bautizó como “centro de transferencia”, cuya ubicación estará en un terreno de una hectárea sin valor comercial pero que el Ayuntamiento pagará a mil 200 pesos el metro cuadrado, en total 12 millones de pesos.
El llamado “centro de transferencia” es en realidad un nuevo tiradero a cielo abierto, con el que no está de acuerdo la ciudadanía, pues lo que los habitantes siempre han exigido es “que los desechos sólidos sean confinados respetando las normas ambientalistas, es decir sin que afecten a la población”, manifestó Magdalena Martínez Reyes, representante vecinal en la zona; “pero el alcalde —a decir de Magdalena— simplemente quiere trasladar el tiradero, de San Sebastián, zona densamente poblada, a otra zona habitacional de semejantes características, la colonia Carlos Hank González”.
La también abogada, señaló que hay decepción entre la ciudadanía por la circunstancia de que, transcendió, en sesión de cabildo, sólo votaron en contra del proyecto del alcalde seis regidores, ellos fueron el de Antorcha, tres del PRD y el del PAN, en tanto que el resto del cabildo votó a favor, pese a que eran de su conocimiento la inviabilidad del proyecto y la inconformidad de la gente.
También es del conocimiento de la población —sostiene Magdalena— que el dictamen de factibilidad del proyecto fue negado por el presidente municipal al regidor antorchista, Fernando González Mejía, el alcalde sólo se limitó a decir: “después se lo hago llegar”.
“Así es como la mayoría del cabildo aprueba un proyecto sin conocer el dictamen técnico correspondiente y condena a vivir entre la basura a cientos de familias de La Paz”, acusó la representante social.
Los afectados adelantaron que insistirán ahora ante la Secretaría de Medio Ambiente estatal, pues “aquí en La Paz es imposible hacerse escuchar del alcalde”.
Reporteros en movimiento
El llamado “centro de transferencia” es en realidad un nuevo tiradero a cielo abierto, con el que no está de acuerdo la ciudadanía, pues lo que los habitantes siempre han exigido es “que los desechos sólidos sean confinados respetando las normas ambientalistas, es decir sin que afecten a la población”, manifestó Magdalena Martínez Reyes, representante vecinal en la zona; “pero el alcalde —a decir de Magdalena— simplemente quiere trasladar el tiradero, de San Sebastián, zona densamente poblada, a otra zona habitacional de semejantes características, la colonia Carlos Hank González”.
La también abogada, señaló que hay decepción entre la ciudadanía por la circunstancia de que, transcendió, en sesión de cabildo, sólo votaron en contra del proyecto del alcalde seis regidores, ellos fueron el de Antorcha, tres del PRD y el del PAN, en tanto que el resto del cabildo votó a favor, pese a que eran de su conocimiento la inviabilidad del proyecto y la inconformidad de la gente.
También es del conocimiento de la población —sostiene Magdalena— que el dictamen de factibilidad del proyecto fue negado por el presidente municipal al regidor antorchista, Fernando González Mejía, el alcalde sólo se limitó a decir: “después se lo hago llegar”.
“Así es como la mayoría del cabildo aprueba un proyecto sin conocer el dictamen técnico correspondiente y condena a vivir entre la basura a cientos de familias de La Paz”, acusó la representante social.
Los afectados adelantaron que insistirán ahora ante la Secretaría de Medio Ambiente estatal, pues “aquí en La Paz es imposible hacerse escuchar del alcalde”.
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