*Con “ayuda humanitaria” se armó al mercenariato
Por Salvador González Briceño*
El temerario y moderno frankenstein, para servir a sus creadores. Con mayores evidencias que el ébola —al menos por ahora—, de que el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) es utilizado para atender los fines de sus operadores, al menos desde el crimen cometido contra el periodista estadounidense James Foley (el video fue subido a Youtube el pasado martes 19 de agosto), se han prendido las luces rojas entre los países de Occidente.
Por el acento inglés del verdugo del reportero del portal GlobalPost de Boston, desaparecido desde 2012 en Siria, se encendieron los focos rojos en Inglaterra, incluso obligó al regreso de su periodo vacacional al primer ministro David Cameron, por tal acto “estremecedor y depravado” del encapuchado yihaidista quien presuntamente ha sido identificado ya por las agencias de inteligencia inglesas.
El mundo se pregunta quién o quiénes han creado a ese monstruo y con qué finalidad. Pues ni más ni menos que por razones idénticas por las que en su momento se capacitó a los radicales de Al Qaeda encabezados por Osama bin Laden: para prestar un servicio como aliados de Occidente, principalmente estadounidense, en esas tierras cuasi desérticas que han estado en la mira de las trasnacionales del petróleo y del gas por los yacimientos que poseen.
Desde luego que con sus modalidades. En su momento la CIA preparó y armó a Bin Laden y a sus muchachos para expulsar a la todavía URSS en 1989 de Afganistán. Eso lo registra la historia de mundo. En el marco de los reductos de la guerra fría. Le disputa era entre ambas potencias.
Ahora las cosas no se explican por causas muy ajenas. Más lo referente a los energéticos. Por qué se menciona a empresas como Exxon Mobile, Gazprom, Norbest o Chevron? Seguro no por casualidad.
Para comenzar, como se ha dicho ya, los yihadistas del EIIL se han erigido como el grupo terrorista más rico y temerario incluso que Al Qaeda, su liga paterna. Y viene actuando desde hace tres años cometiendo crímenes primero en Siria —atacando a musulmanes sunitas, alauitas, chiitas y a cristianos— y ahora en Irak.
Se sabe que desde que el EIIL se apoderó de Mosul (la segunda ciudad más importante de Irak), enriqueció todavía más porque se apoderó de enormes cantidades de dinero y lingotes de oro de algunos bancos, por unos 500 millones de dinares o 429 millones de dólares. Su fortuna, se presume, alcanza los 2,000 millones de dólares estadounidenses.
Por si fuera poco, lo que pretende el mercenariato del EIIL es el control de Erbil donde el Kurdistán posee grandes reservas de petróleo y gas. Dicha región kurda es la novena productora de petróleo del mundo en Irak; y además posee el 89% de las reservas de gas natural de ese país. Ello explica el interés de unas 40 empresas como las referidas; pero además de países como EU, Francia, Canadá, GB, Rusia y China. También Alemania seguirá prestando “ayuda humanitaria” a los refugiados kurdos en la zona por unos 20 millones de euros.
No obstante, entre los denunciados financistas del EIIL se menciona a Arabia Saudí, Catar, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos; un apoyo que inicialmente estaba destinado a derrocar al presidente sirio Bashar al Assad.
Y para las movilizaciones recientes, según fuentes del propio diario estadounidense The World Tribune, los apoyos de varios países han sido bajo la aprobación de la OTAN. “Los servicios de inteligencia de la OTAN han facilitado la transferencia de estas armas (el EIIL comenzó a pedir armas y equipos militares desde principios de 2013, a países como Croacia, Rumania, Ucrania y Bulgaria) con el pretexto de que se trataba de una ayuda humanitaria a Siria”.
Por Salvador González Briceño*
El temerario y moderno frankenstein, para servir a sus creadores. Con mayores evidencias que el ébola —al menos por ahora—, de que el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) es utilizado para atender los fines de sus operadores, al menos desde el crimen cometido contra el periodista estadounidense James Foley (el video fue subido a Youtube el pasado martes 19 de agosto), se han prendido las luces rojas entre los países de Occidente.
Por el acento inglés del verdugo del reportero del portal GlobalPost de Boston, desaparecido desde 2012 en Siria, se encendieron los focos rojos en Inglaterra, incluso obligó al regreso de su periodo vacacional al primer ministro David Cameron, por tal acto “estremecedor y depravado” del encapuchado yihaidista quien presuntamente ha sido identificado ya por las agencias de inteligencia inglesas.
El mundo se pregunta quién o quiénes han creado a ese monstruo y con qué finalidad. Pues ni más ni menos que por razones idénticas por las que en su momento se capacitó a los radicales de Al Qaeda encabezados por Osama bin Laden: para prestar un servicio como aliados de Occidente, principalmente estadounidense, en esas tierras cuasi desérticas que han estado en la mira de las trasnacionales del petróleo y del gas por los yacimientos que poseen.
Desde luego que con sus modalidades. En su momento la CIA preparó y armó a Bin Laden y a sus muchachos para expulsar a la todavía URSS en 1989 de Afganistán. Eso lo registra la historia de mundo. En el marco de los reductos de la guerra fría. Le disputa era entre ambas potencias.
Ahora las cosas no se explican por causas muy ajenas. Más lo referente a los energéticos. Por qué se menciona a empresas como Exxon Mobile, Gazprom, Norbest o Chevron? Seguro no por casualidad.
Para comenzar, como se ha dicho ya, los yihadistas del EIIL se han erigido como el grupo terrorista más rico y temerario incluso que Al Qaeda, su liga paterna. Y viene actuando desde hace tres años cometiendo crímenes primero en Siria —atacando a musulmanes sunitas, alauitas, chiitas y a cristianos— y ahora en Irak.
Se sabe que desde que el EIIL se apoderó de Mosul (la segunda ciudad más importante de Irak), enriqueció todavía más porque se apoderó de enormes cantidades de dinero y lingotes de oro de algunos bancos, por unos 500 millones de dinares o 429 millones de dólares. Su fortuna, se presume, alcanza los 2,000 millones de dólares estadounidenses.
Por si fuera poco, lo que pretende el mercenariato del EIIL es el control de Erbil donde el Kurdistán posee grandes reservas de petróleo y gas. Dicha región kurda es la novena productora de petróleo del mundo en Irak; y además posee el 89% de las reservas de gas natural de ese país. Ello explica el interés de unas 40 empresas como las referidas; pero además de países como EU, Francia, Canadá, GB, Rusia y China. También Alemania seguirá prestando “ayuda humanitaria” a los refugiados kurdos en la zona por unos 20 millones de euros.
No obstante, entre los denunciados financistas del EIIL se menciona a Arabia Saudí, Catar, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos; un apoyo que inicialmente estaba destinado a derrocar al presidente sirio Bashar al Assad.
Y para las movilizaciones recientes, según fuentes del propio diario estadounidense The World Tribune, los apoyos de varios países han sido bajo la aprobación de la OTAN. “Los servicios de inteligencia de la OTAN han facilitado la transferencia de estas armas (el EIIL comenzó a pedir armas y equipos militares desde principios de 2013, a países como Croacia, Rumania, Ucrania y Bulgaria) con el pretexto de que se trataba de una ayuda humanitaria a Siria”.
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