Ciudad de México.- No se necesita ser experto para deducir que las perforaciones ilegales a ductos de Petróleos Mexicanos son realizadas con la complicidad de empleados de la paraestatal, y ello lo confirma un informe -subrepticio- de esa empresa que revela que “los criminales que sustraen combustible en ductos de PeMex utilizan tecnologías que forzosamente requieren de la participación de personal interno de la paraestatal para cometer el ilícito”, y que agrega que: una perforación ilegal es frecuente realizarla una vez que por el ducto no transita ningún hidrocarburo. Sin embargo, esto depende de la instrumentación tecnológica o herramientas con las que cuentan las bandas delictivas. No obstante, los datos sobre la hora, el tiempo y la zona por la que no fluirá ningún combustible, tiempo ideal para realizar la perforación, es información que compete únicamente a los empleados de Pemex. De esa manera, una vez que los petrolíferos salen de los centros procesadores, como es el caso de las refinerías, se distribuyen a través de la red de ductos, ya sea hacia otro complejo refinador o hacia las Terminales de Almacenamiento y Reparto (TAR), así como a empresas o grandes consumidores, transcurso donde se ven alterados los volúmenes enviados, ante la ordeña ilícita. De acuerdo a Francisco Garaicochea, presidente de la agrupación Ingenieros Pemex Constitución del 17, en esos ilícitos está coludido personal que trabajó o actualmente labora para Pemex, e incluso empleados temporales. Dice que para sacar el combustible de los ductos utilizan diferentes técnicas, donde los empleados de la paraestatal y expertos juegan un papel clave. De esa manera el mayor número de tomas clandestinas es perpetrado a la red de ductos que transporta gasolinas y diesel, de tal suerte que se ha convertido en una constante la venta de combustibles de manera ilícita en diferentes puntos del país, perjudicando con ello las ventas formales. En el caso de los gasoductos para el robo de gas, señala, también detectan las válvulas colocadas por la paraestatal para perpetrar el ilícito, ya que perforar este tipo de infraestructura resulta de alta peligrosidad. Y es que la realización de tomas clandestinas, no sólo representa pérdidas para la empresa petrolera, sino también un riesgo ambiental por posibles derrames, así como para la población en general. Sin duda, un secreto a voces.
Gobernantes.com
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