CARNAVAL DE ATENCO CONVERTIDO EN CANTINA
A pesar del acuerdo de establecer “ley seca” para el inicio del Carnaval, esta demarcación se convirtió en una gigantesca cantina y la falta de vigilancia provocó la portación de armas de fuego, en una tradición de los pueblos que data de hace más de cien años y que se celebra previamente a los actos religiosos de Semana Santa.
Para el ancestral carnaval el alcalde Ildelfonso Silva Vega se comprometió a prohibir la venta de bebidas alcohólicas ante la demanda de los distintos representantes vecinales, pero el hecho es que ayer domingo sobre la vía pública abundaron los puestos ofreciendo micheladas, pulque y otras bebidas.
Quienes tampoco cumplieron con brindar la seguridad necesaria fueron funcionarios de la Comisión Estatal de Seguridad Pública, quienes se comprometieron a realizar operativos de vigilancia para impedir que los pobladores portaran armas, al recordar lo ocurrido el 12 de febrero del 2013, cuando a un arriero de Acuexcomac se le salió un disparo de su escopeta, dando muerte a una vecina de aproximadamente 36 años y lesionando al esposo de ésta.
Desde entonces se prohibió la portación de armas en el desfile de los jinetes, y por lo menos se espera que esta medida se cumpla cuando toque el turno a los arrieros en su desfile en este tradicional Carnaval.
Aunque este domingo fue notoria la ausencia de efectivos policiacos tanto estatales como municipales para este inicio del Carnaval.
A pesar del acuerdo de establecer “ley seca” para el inicio del Carnaval, esta demarcación se convirtió en una gigantesca cantina y la falta de vigilancia provocó la portación de armas de fuego, en una tradición de los pueblos que data de hace más de cien años y que se celebra previamente a los actos religiosos de Semana Santa.
Para el ancestral carnaval el alcalde Ildelfonso Silva Vega se comprometió a prohibir la venta de bebidas alcohólicas ante la demanda de los distintos representantes vecinales, pero el hecho es que ayer domingo sobre la vía pública abundaron los puestos ofreciendo micheladas, pulque y otras bebidas.
Quienes tampoco cumplieron con brindar la seguridad necesaria fueron funcionarios de la Comisión Estatal de Seguridad Pública, quienes se comprometieron a realizar operativos de vigilancia para impedir que los pobladores portaran armas, al recordar lo ocurrido el 12 de febrero del 2013, cuando a un arriero de Acuexcomac se le salió un disparo de su escopeta, dando muerte a una vecina de aproximadamente 36 años y lesionando al esposo de ésta.
Desde entonces se prohibió la portación de armas en el desfile de los jinetes, y por lo menos se espera que esta medida se cumpla cuando toque el turno a los arrieros en su desfile en este tradicional Carnaval.
Aunque este domingo fue notoria la ausencia de efectivos policiacos tanto estatales como municipales para este inicio del Carnaval.
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